40% de la población de América Latina y el Caribe sufre escasez de agua

El lema que la AUA eligió para este año es “El agua por la paz”, ya que, según relató Nicolas Rezzano, moderador del encuentro, la misma puede ser un “factor” de conflicto o de paz.

El evento contó con la presencia y participación de profesionales expertos en la materia, quienes relataron sus experiencias en relación a la reutilización del agua en sus respectivos países y la perspectiva y desafíos para el Uruguay.

Los panelistas extranjeros fueron Gerardo Díaz Moya de Fundación Chile, quien expuso las problemáticas del país en materia de reúso de recursos hídricos, Diego Berger, especialista de agua en Israel que relató la manera en el que en ese país reutilizan el agua para distintos fines, y Maria Eugenia de la Pena, especialista en agua y Saneamiento del BID.

Para exponer sobre el ámbito local, se hizo presente Marisol Mallo, especialista del Ministerio de Ambiente de Uruguay.

Al iniciar el coloquio, la presidente de la AUA, Virginia Suárez, señaló que esta organización -la cual existe hace más de un año-, forma parte de la Alianza Latinoamericana de Fondos de Agua, la cual tiene presencia en varios países del continente.

Suárez destacó la importancia de los espacios de intercambio como el de este miércoles, “donde cada uno pueda contribuir desde su lugar”.

“Las soluciones no vienen de un sector o de otro, sino de conversaciones, lo que queremos en la AUA es que haya un espacio donde aterricen este tipo de conversaciones y proyectos multiactores”, sostuvo.

La primera de los panelistas en exponer fue De la Pena, quien desde el inicio puso en relieve que en América Latina y el Caribe, al menos el 40% de la población sufre actualmente de escasez de agua.

“Comienza a ser un dato sumamente alarmante, y al mismo tiempo vemos que los niveles de reúso de agua residual tratada, recurso que podría ser aprovechado, no lo es y las tasas de reuso no superan el 5% en la región”, manifestó De La Pena.

Además, la experta dijo que hasta el momento, no se han terminado de concretar programas institucionales y de financiamiento a nivel de los gobiernos que permitan desarrollar proyectos de esta naturaleza. A su vez, tampoco se ha generado un interés del sector privado en apoyar este tipo de iniciativas.

De La Pena sostuvo que el potencial de estos proyectos está a la vista, y que desde el BID buscan identificar esas barreras para así incorporar el reúso del agua dentro de la agenda de los países y aprovechar su potencial.

Posteriormente, se expusieron una serie de indicadores los cuales reflejan que en varios países del continente hay un alto índice de estrés hídrico, término que se utiliza cuando la demanda de agua es más alta que la cantidad disponible durante un periodo determinado o cuando su uso se ve restringido por su baja calidad.

Hay países, explicó De La Pena, que a nivel territorial presentan un gran nivel de estrés hídrico, como Trinidad y Tobago o Guatemala. “Si no tratamos las aguas residuales, será más complejo aprovechar ese recurso”, aseguró.

En cuanto a Uruguay, indicó que de acuerdo a un análisis, el 2% de la superficie se encuentra en situación de estrés hídrico, no así a nivel poblacional, que, según manifestó la experta, se encuentra en un 50% de estrés. En ese sentido, sostuvo que esto puede motivar a no solo a Uruguay, sino a otros países, a trabajar en esta temática.

De La Pena también compartió otro estudio realizado por el BID el cual arroja luz sobre la normativa existente en distintos países para permitir el reúso adecuado de los recursos hídricos.

“Todavía son muchos países, incluyendo a Uruguay, que no cuentan aún con una normativa en cuanto a reúso de aguas residuales”, subrayó.

También fueron expuestos diversos proyectos de empresas particulares que comenzaron a hacer uso de mecanismos para el reúso del agua. En esa línea, se destacó que todas las iniciativas de reúso se dieron en contextos de situación de escasez de agua. “El contexto de la escasez realmente es el principal motivador para la agenda de reúso”, aseguró.

Con respecto al uso de tecnología, De La Pena dijo que esta dependerá del tipo de reúso y de los niveles de tratamiento a los que se quiera llegar.

Vale subrayar también que la mayoría de estos proyectos que utilizan su agua residual “no ha contado con ningún apoyo de un gobierno central», sino que han sido acciones que se han emprendido de manera independiente.

El caso de Uruguay

Marisol Mallo, especialista ambiental en el Ministerio de Ambiente, dijo en el encuentro que Uruguay está “años atrás” en materia de reúso del agua, pero que se ha comenzado a posicionar esta temática como “parte de una necesidad estratégica” para el largo plazo.

Mallo recordó la crisis hídrica que todo el país atravesó durante varios meses del 2023. En ese sentido, sostuvo que tras ese período “todos pasamos a ser conscientes de los riesgos que significa realmente no tener capacidades de administración del recurso hídrico en este escenario de variabilidad climática”.

“Hemos puesto estos temas sobre la mesa con una mirada un poco diferente a lo que tradicionalmente se venía manejando en el tema del agua”, aseguró.

Sostuvo que desde la cartera están “enmarcados” en un concepto “más amplio” que es lograr el Uruguay sostenible a través de promover la adecuación y la transformación de los distintos sectores de actividad en procesos que sean ambientalmente sostenibles, económicamente viables y socialmente inclusivos”.

Mallo destacó la relevancia de la ley de política de agua y el tráfico de agua: “Quizás no tiene los énfasis necesarios para situaciones de recursos hídricos como la que vivimos el año pasado, pero tiene un elemento muy potente desde el punto de vista de lo que es la política de gestión de recursos hídricos”.

Las crisis como la que se vivió en el país el año pasado, explicó Mallo, arrastran a la sensibilización de los distintos actores en la necesidad de construir políticas para distintas situaciones particulares: “Los extremos parecerían que pasan a ser un aspecto bastante común con los que vamos a tener que convivir y donde tenemos que generar situaciones de resistencia”.