Montevideo Portal
Jonathan Mastropierro, uno de los denunciantes en la causa contra el exsenador nacionalista Gustavo Penadés, hoy en prisión preventiva domiciliaria con tobillera por la presunta divulgación de pornografía infantil, volvió a señalar a la defensa del exlegislador por lo
que considera “una estrategia de bajeza” destinada a desacreditar tanto a las
víctimas como a la fiscal del caso, Alicia Ghione.
“Yo veo todo desde afuera, porque me involucré demasiado en su momento y me dieron palo. Incluso estoy procesado en una causa por unos stickers sexuales que envié en un WhatsApp. Sé cómo funciona la defensa penal: tienen una estrategia muy cuestionable, juegan
con mucha bajeza, y esa es la realidad”, afirmó en diálogo con Montevideo
Portal.
Según Mastropierro, el objetivo de la defensa es claro: “Ellos buscan también sacar a las personas que dicen: ‘Si yo doy de baja a este y a este ya no va a ser un delito continuado’. Es decir, tratan de limpiar el terreno desacreditando a quienes sostienen la
causa”.
El denunciante también se refirió a Romina Celeste Papasso, quien inició públicamente el caso. “Romina no es mala persona, lo dije siempre. Quizás cometió errores, como cualquiera, pero eso no hace a Penadés inocente. Sería un grave error desacreditarla”, señaló.
Agregó que Papasso “destapó una olla que ahora quieren volver a tapar con algunos errores de ella”. Y sostuvo: “Creo que Romina es víctima, como lo soy yo”.
Mastropierro hizo referencia a la filtración de intercambios entre Papasso y Paula Díaz, entregados a la defensa del exsenador, y lo vinculó con un episodio personal: “Lo mismo hicieron conmigo cuando agarraron un celular mío. La fiscalía cometió un error
al incorporarlo, pero después empezaron a indagar y a exagerar. Se decía que
había 700 videos con menores, cosa que no es así. Sabemos cómo funciona
Uruguay: sale a la prensa y queda instalado, aunque después no se pruebe nada”.
El hombre también defendió el trabajo de la fiscal Alicia Ghione, quien en agosto confirmó que no continuará investigando la causa y fue denunciada por los abogados de Penadés por irregularidades en su investigación.
“Ghione es una persona que se embanderó el caso en el buen sentido. Si no fuera por el propio Penadés, que se hace la víctima de lo que él mismo ocasiona, la causa podría haber terminado antes o ya estaríamos en juicio”, aseguró.
“La mujer ha vivido presiones de todo tipo. La han querido enchastrar, le han querido tirar desde todos lados y se ha mantenido en pie. Es una mujer con años en la función pública y tiene derecho a un descanso mental. Te puedo asegurar que hizo todo lo que pudo”,
insistió.
Asimismo, recordó que la última vez que tuvo comunicación directa con Ghione fue en el marco de la denuncia que hizo a fines de abril por un presunto intento de soborno: “Me ofrecieron US$ 10.000 para cambiar mi versión. Ella me preguntó si tenía miedo, cómo estaba
llevando todo el proceso, pero nada más. Todo estaba vinculado a la causa, no
hubo nunca un interés en otro tema”.
Para Mastropierro, existe una “operación” destinada a mejorar la imagen de Penadés. “El hecho de querer limpiarlo coincide con la prensa que me trajeron a mi domicilio. Yo lo denuncié en su momento: me dijeron que me iban a llamar desde un medio de prensa y que
la nota iba a salir. Yo sabía que había una operación para limpiarlo”, afirmó.
Además, señaló que ha sufrido represalias por su denuncia: “Me encontré con la camioneta con las ruedas reventadas con cuchillos, me paraba la Policía de forma irregular, me hacían persecuciones, se metían en mi trabajo. Yo tengo seguridad, vivo en un barrio
privado y tomo precauciones porque sé que son capaces de cualquier cosa”.
Bajo su visión, las pruebas acumuladas en la causa son contundentes: “Con lo que tienen es más que suficiente. Profesores de derecho penal han dicho que hay entre un 1% y un 5% de chances de que Penadés sea absuelto”.
Sin embargo, advirtió que la defensa seguirá intentando recursos para dilatar el proceso: “Van a buscar de cualquier forma una nulidad del juicio, van a ir por la quinta pata del gato”.
“Yo lo dije siempre: no tengo miedo de nada porque ya estoy curado de espanto. Pero tengo claro que la estrategia de ellos es desacreditar. Lo hicieron conmigo, lo hacen con Romina y lo seguirán haciendo con cualquiera que aparezca”, concluyó.
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