La comunidad judía de Punta del Este se concentró este martes frente al monumento La Mano, a dos años del ataque perpetrado por Hamás contra Israel el 7 de octubre de 2023, que marcó el inicio del conflicto en Gaza.
La convocatoria, realizada bajo la consigna “Por la liberación de los rehenes y por la paz”, reunió a residentes, dirigentes y visitantes que expresaron su apoyo a las víctimas y su solidaridad con el pueblo israelí.
El ataque de hace dos años, considerado el más sangriento en la historia reciente de Israel, dejó más de 1.200 muertos y unas 250 personas secuestradas, en su mayoría civiles. Desde entonces, el conflicto ha derivado en una ofensiva prolongada sobre la Franja de Gaza, con miles de víctimas palestinas y una crisis humanitaria sin precedentes.
Durante el acto, los oradores hicieron énfasis en la resistencia y unidad de la comunidad judía, y recordaron a los rehenes que permanecen cautivos. Uno de los voceros destacó el mensaje de esperanza y fortaleza colectiva que dio nombre a la jornada: “Somos resilientes”, expresión que sintetizó el tono del encuentro.
En paralelo, la organización B’nai B’rith Uruguay difundió un comunicado en el que recordó a las víctimas y pidió una condena al terrorismo “sin ambigüedades”, al cumplirse dos años del ataque. En el texto, calificó los hechos del 7 de octubre como “un crimen de lesa humanidad” y reiteró que “no hay causa política, nacional ni religiosa que legitime el accionar de Hamás”.
El pronunciamiento advierte además sobre “quienes relativizan, distorsionan o justifican la barbarie”, y subraya que “la paz solo será posible cuando el terrorismo sea condenado sin ambigüedades y cuando todos los pueblos de la región puedan vivir libres de miedo”.
El comunicado concluye que el ataque “fue mucho más que una agresión contra Israel: fue un ataque contra la humanidad, contra los valores universales de la vida, la libertad y la dignidad humana”.
En el aniversario, las manifestaciones en Punta del Este se sumaron a otros actos conmemorativos realizados en distintas ciudades del mundo, donde comunidades judías y organizaciones internacionales recordaron a las víctimas, exigieron la liberación de los rehenes y reafirmaron su compromiso con la paz y la memoria.