Leandro Freitas Cavalcante, de 20 años y docente de profesión, afronta por estos días un juicio por feminicidio en estado brasileño de Pará. El crimen fue perpetrado el pasado 15 de setiembre, pero los pormenores del caso salieron a la luz recientemente.
Según informara el canal de TV Record, Cavlacante residía en la localidad de Altamira con Deyvyla Taissa Lima da Silva, de 18 años, con quien convivía desde hacía cuatro meses.
De acuerdo con la familia de la víctima el motivo del crimen estuvo relacionado con la negativa de Deyvyla a dejar de fumar, hábito que mantenía a pesar de su embarazo.
Leandro, también fumador, insistía en que ella dejara el vicio al menos durante la gestación, algo que habría provocado disputas. La familia informó que la relación era turbulenta, con frecuentes discusiones
sobre el tema.
En mensajes enviados a la abuela y a la madre de Deyvyla, Leandro expresaba su preocupación por la salud del bebé: «Solo me preocupa que el bebé nazca con problemas» y «Esto nunca funcionará así», decían algunas de las
comunicaciones.

La abuela de Deyvyla afirmó que la joven estaba contenta con el embarazo e incluso había hablado sobre nombres para el bebé. Sin embargo, Leandro informó a la familia que no quería hacerse responsable del niño y le había pedido a Deyvyla que
regresara al hogar familiar. La joven, según su madre, ya planeaba terminar la
relación y estaba lavando ropa para salir de casa cuando fue asesinada.
La mañana de la tragedia
Según relató la madre del asesino, esa mañana ella le mandó un mensaje en el que le comunicaba su decisión de marcharse. Al recibirlo, Leandro salió del trabajo y regresó a su casa. Poco más tarde, el joven se presentó en la policlínica donde trabaja
su madre, herido y con las ropas manchadas de sangre. Interrogado sobre lo que
le había sucedido, dijo que Deyvyla lo había atacado. Madre e hijo fueron entonces
a la casa de este último, y allí encontraron a la joven muerta en un charco de
sangre. El informe forense estableció que la joven recibió tres puñaladas en el
cuello.
Tras informar a la policía, el matador regresó a la policlínica para continuar con el tratamiento de sus lesiones, lugar donde luego fue detenido por la policía. En la comisaría, el ahora imputado dijo que su novia lo había atacado, versión
que la familia de ella niega. Según los familiares, en el momento del crimen la
joven estaba ultimando preparativos para regresar a la casa de sus padres, y su
única idea era marcharse. Por ello, entienden
que el crimen fue premeditado por su novio, quien no aceptaría la partida