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El directorio
del Partido Nacional se reunió este jueves con vecinos de Casupá, Florida, “preocupados
por los posibles impactos ambientales y sociales del proyecto
de la represa en la zona”, según comunicó dicha fuerza política.
Los residentes
plantearon su “desesperación” por lo que viven, en relación con “una
incertidumbre en su forma de vida” por un “atropello de sacarle lo que es su
propiedad por algo que todavía no se sabe ni cómo se va a hacer”, argumentó en
rueda de prensa la diputada blanca Adriana Peña. Por su parte, la senadora
Graciela Bianchi consideró que “hay una porfía” del actual gobierno para “no
llevar adelante Arazatí”, en referencia al antiguo proyecto de la pasada administración
que preveía construir una planta potabilizadora en dicha localidad de San José
para suministrar agua para el área metropolitana del país.
De tal
manera, Álvaro Rivadavia, vocero de los vecinos, indicó que el directorio y los
legisladores que se reunieron con ellos los “escucharon amablemente”,
plantearon “algunas ideas” y “dieron su apoyo”.
Así,
aseguró que con el gobierno solo tuvieron una “entrevista corta”, cuando el
ministro de Ambiente, Edgardo Ortuño, fue a la zona hace dos semanas “y estuvo
una hora y algo”, por lo que quedaron con “gusto a poco”.
“Nosotros lo que sentimos es que no se nos está
informando o que no nos tienen en cuenta —cosa que es bastante frustrante
para todos los vecinos—, pero además de eso nos están ninguneando frente a la
opinión que ellos dicen que es la zona que nosotros que vivimos ahí desde toda
la vida y más de una generación sabemos que no es así”, manifestó en rueda de
prensa.
En tal sentido, el vocero argumentó que “el principal
problema” con el planteo del gobierno para la zona es el “ambiental”: “426 hectáreas
de monte nativo que se van a cortar”, puntualizó. En segundo lugar, sostuvo que
la represa “no va a ser la solución” ante una eventual crisis hídrica como la
ocurrida en 2022 y 2023, ya que esa misma cuenca “se secó totalmente”.
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