El
expresidente brasileño Jair Bolsonaro, detenido
preventivamente este sábado, admitió ante las autoridades haber usado un
soldador para manipular la tobillera electrónica que monitoreaba sus
movimientos, según un video divulgado por la Corte Suprema.
El
exmandatario, condenado a 27 años de cárcel por intento de golpe de Estado,
cumplía prisión domiciliaria en su casa de Brasilia cuando fue arrestado por
agentes de la Policía Federal por “riesgo concreto de fuga” y “amenaza al
orden público”.
La orden
fue dictada por el juez de la Corte Suprema Alexandre de Moraes, relator
del proceso por golpismo, quien fundamentó su decisión en parte tras recibir un
aviso de que la tobillera electrónica impuesta a Bolsonaro había sido
manipulada.
“La
información confirma la intención del condenado de romper la tobillera
electrónica para asegurar el éxito de su fuga, facilitada por la confusión
causada por la manifestación convocada por su hijo” para este sábado
delante de su casa, aseveró el magistrado.
Un video
grabado por una agente y divulgado por el Supremo muestra el dispositivo
atado al tobillo del líder ultraderechista con visibles marcas de quemaduras
en “toda su circunferencia”.
En la
pieza también se escucha un breve diálogo entre la uniformada y el exjefe de
Estado (2019-2022) en el que este último confiesa que empezó a manipular la
tobillera hacia “el final de la tarde” del viernes con un “soldador”.
De
acuerdo con el informe pericial, la pulsera que iba atada al tobillo del
exgobernante con el dispositivo “no presentó daños” estructurales, si
bien “hubo que sustituirlo” por otro.
De
Moraes dio un plazo de 24 horas a la defensa de Bolsonaro para explicar el
comportamiento de su cliente,
que algunos de sus aliados han atribuido a un “brote” por los problemas de
salud que viene sufriendo asociados a crisis de ansiedad, episodios de hipo y
vómitos.
El
capitán retirado del Ejército fue detenido este sábado en su residencia de
Brasilia, donde desde el pasado 4 de agosto cumplía prisión domiciliaria por
incumplir varias medidas cautelares impuestas en el marco de la causa de
golpismo.
Un equipo
de agentes condujeron al exgobernante hasta la sede de la Superintendencia de
la Policía Federal de Brasilia, donde permanecerá bajo custodia hasta nueva
orden.
Su
arresto se produjo en vísperas de que el Supremo ordene la ejecución de la
condena de 27 años de cárcel que recibió por “liderar” una trama golpista
para “perpetuarse en el poder”, tras perder las elecciones de 2022 frente al
actual mandatario, Luiz Inácio Lula da Silva.
EFE