Las autoridades sanitarias italianas incautaron recientemente 180 toneladas de carne del matadero Bervini di Pietole en Borgo Virgilio, provincia de Mantua. El procedimiento se llevó a cabo luego de una de que informe llevado a cabo por el programa Report, de la cadena televisiva RAI,
revelara un plan para «reciclar» carne caducada procedente del
extranjero. La carne se descongelaba, se reprocesaba y luego se reetiquetaba
con una fecha de caducidad posterior.
En el informe , titulado “Nada se tira”, la periodista Giulia Innocenzi, mediante exhaustivas investigaciones y cámaras ocultas, reconstruyó la presunta cadena de suministro ilícita de carne caducada, que se revendía a restaurantes y grandes superficies de Lombardía y otras regiones. La
planta es propiedad de Bervini Primo srl, una histórica empresa alimentaria
italiana fundada en 1950, con sede en Casalgrande, en la provincia de Reggio
Emilia, que actualmente genera cerca de 200 millones de euros en ingresos y
emplea directamente a unas cincuenta personas.
Las cámaras ocultas de Report filmaron cortes de carne congelada caducada hace dos o tres años, principalmente de Uruguay, pero, según informa Innocenzi, también de Nueva Zelanda, Hungría y Rumania, incluso de reservas militares egipcias (y en ese caso, caducada hace cuatro o cinco
años). «Carne que huele a muerte, a cadáver», dijo un trabajador con
el rostro y la voz camuflados: «Se compra caducada a propósito, y en lugar
de destruirla o desecharla, regresa al matadero y se vuelve a comercializar».
Este es un modus operandi que aparentemente ha continuado durante años,
«al menos desde 2018/2019», afirman los trabajadores.
«Un trabajador logra filmar algunas etiquetas en un día de trabajo. Como esta: carne de Uruguay que caducó en 2023. Esta también proviene de Uruguay y también caducó en 2023. Esta, sin embargo, caducó hace tres años, en 2022, y también proviene de Uruguay», dice la reportera en el programa
Las imágenes muestran cómo los operarios del matadero toman cortes envasados al vacío, caducados hace años, los abren y descongelan la carne en agua hirviendo.
“Estos cortes siempre provienen de Uruguay, y siempre están caducados en el 2023 o en el 2022”, explica la periodista. Más adelante, se comprueba que también, aunque en menor medida, hay paquetes de carne de otros países.
Tras descongelar el producto, los operarios cortan la capa superficial, “aproximadamente un centímetro”, ya que su color y olor delatan su fraudulento origen. “El aspecto y el olor es incomible”, cuenta un trabajador en el informe, sin mostrar su cara ante cámara.
La carne se vuelve marrón “debido a una proliferación descontrolada de bacterias que provocó el inicio de la putrefacción. La putrefacción es el principal proceso de deterioro de la carne y las fibras musculares”, explica al programa Nicola Decaro, directora del Departamento De
Medicina Veterinaria de la Universidad
De Bari.
La experta destaca que el consumo de alimentos en esas condiciones constituye un grave riesgo para la salud.
«Las bacterias patógenas, como la salmonela, la listeria y otras, tienen efectos devastadores, desde diarrea hasta manifestaciones neurológicas y, por lo tanto, enfermedades muy graves», explica.
Tras la difusión del informe y el escándalo subsiguiente, la empresa Bervini respondió que la ley les permite congelar carne fresca refrigerada antes de su fecha de caducidad. Sin embargo, las imágenes recogidas por la RAI demuestran prácticas que distan mucho del cumplimiento de la normativa.
Según el informe, Bervini habría ocultado un sistema que ponía en riesgo la seguridad alimentaria.
No está claro cómo es que nunca antes se habían producido acciones de este tipo: Según la redacción de Report, esto solo es posible en caso de ausencia total de controles sorpresa.
“Carne legítima”
Cabe subrayar que el informe del canal televisivo no pone en cuestión el estado sanitario de la carne en sus condiciones originales, tal y como salió de sus países de origen. Se trata de “carne legítima”, que se convierte en un producto peligroso cuando se la manipula y pretende comercializar luego de su
fecha de vencimiento.
Además de esa notoria irregularidad, el informe periodístico recogió denuncias de trabajadores acerca de otras situaciones, como cortes de carne en contacto con el suelo y que vuelven a almacenarse en contenedores, superficies de trabajo empapadas de sangre o “armarios invadidos por cucarachas”, según
narraron medios escritos del país europeo.