La división de Sanidad Animal
del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) se contactó con la
uruguaya becada en Harvard Milagros Costabel después de que hiciera un
descargo por no poder pasar las fiestas con su familia debido a que su perro
guía no puede ingresar al país debido a un test.
Desde la cartera dijeron a Montevideo
Portal que aguardan la información del animal para poder habilitar su entrada
al país y están en “contacto directo” con la coloniense, que es ciega de
nacimiento.
“Este año no voy a pasar Navidad en
casa… porque no puedo entrar a Uruguay con mi perro guía”, escribió
Costabel en una publicación de redes sociales que se hizo viral, en la que
señaló que Uruguay exige un test de leishmaniasis que “es casi imposible de
conseguir en Estados Unidos”.
“Por problemas con los
laboratorios, esta vez no llegamos a tiempo. Mi perro no puede viajar…
y, si él no viaja, yo tampoco. Viajar con él no es un lujo: él son mis
ojos, es literalmente la forma en la que me muevo por el mundo”, escribió la
uruguaya.
La estudiante lamentó la situación
y recordó que tanto ella como su perro con uruguayos. “De los 17
países en los que hemos estado, es el lugar al que más difícil se nos hace
volver. Siempre hay problemas en el aeropuerto, incluso cuando hago todo como
tiene que ser”, escribió.
Costabel rememoró que el año pasado
siguió “las instrucciones del gobierno” y consiguió que las autoridades
checas sellaran su pasaporte de salud (que Uruguay dice aceptar). Sin embargo,
dijo que al llegar al país las autoridades le señalaron que “nunca había visto
un pasaporte europeo de perros y que la página oficial estaba mal”.
“También tenía permiso previo del
ministerio para entrar con su comida cerrada por unos días, y me amenazaron con
tirarla hasta que otra persona confirmó que el permiso era real y que los
habíamos contactado de antemano”, contó.
Costabel dijo que “respeta la
ley” y sabe que “tiene un motivo para existir”. Sin embargo, buscó contar
cuáles son los “costos ocultos de depender” de un perro guía, como “el miedo a
que no te dejen subir al avión, a que te nieguen la entrada a tu propio país, a
tener que pasar las fiestas lejos de tu familia porque tu perro no cumple con
un requisito casi imposible de gestionar”. “Y el costo económico, porque estos
papeles no son gratis”, agregó.
“Hablemos de esto e intentemos
cambiarlo. Porque la accesibilidad también es poder volver a casa”, escribió.
La uruguaya completó el pasado 29
de mayo sus estudios en la carrera de Gobierno y una titulación
adicional en Etnia, Migraciones y Derechos Humanos.