Más de 622.000 inmigrantes indocumentados han sido deportados de Estados Unidos desde que el 20 de enero Donald Trump regresó a la Casa Blanca, anunció este sábado el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas del país norteamericano (ICE).
Se trata de «criminales condenados por violación, asesinato, tráfico de drogas, abuso sexual, entre otros cargos», aseguró el ICE en su cuenta de X, en respuesta a una publicación de la gobernadora de Massachusetts, Maura Healey, en la que exigía a Trump que pusiera fin a los vuelos de deportación desde el aeropuerto local de Hanscom Field. A este respecto, el organismo esgrimió que esos vuelos «están salvando vidas estadounidenses y deben continuar».
Según datos de ‘Deportation Data Project’ de la Universidad de California, el ICE detuvo a casi 75.000 personas sin historial penal en redadas migratorias en los nueve primeros meses de la Administración Trump. Las controvertidas redadas son objeto de fuertes críticas por parte de diversos sectores, debido a la violencia ejercida durante las mismas, que llegaron a darse incluso en guarderías. También se denuncian numerosas violaciones de derechos humanos en los centros donde permanecen los detenidos.
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