Por un
doble 6-3, en una hora y 17 minutos, el australiano Nick Kyrgios se apuntó la
exhibición catalogada como “batalla de los sexos” ante la número uno del tenis
femenino, la bielorrusa Aryna Sabalenka.
El duelo no pasó de ser un mero partido festivo, amistoso, plagado de buen
humor, de buenos momentos y de algunas acciones brillantes, tanto del jugador
oceánico, que lleva tiempo sin competir, como de la bielorrusa, la dominadora
del tenis femenino.
Resultó irrelevante el marcador e irrelevante el reclamo. La batalla de los
sexos, que ya vivió capítulos anteriores a lo largo de la historia, no fue tal.
No hubo ni cuestión ni debate. La presunta capacidad de que en el tenis el
hombre y la mujer puedan competir a niveles similares se quedó al margen de la
discusión en cuanto la organización estableció normas especiales y beneficiosas
para Sabalenka, para establecer cierto equilibrio.
La pista donde jugó la ganadora de 21 títulos, entre ellos cuatro del Grand
Slam, uno en 2025, en el Abierto de Estados Unidos que añadió a los WTA 1.000
de Madrid y Miami y al torneo de Brisbane, era más pequeña que en la que se
movía Kyrgios, que lleva tiempo al margen de la competición y cuya mejor
clasificación fue el puesto 13 que alcanzó en el ranking ATP en 2024, con la final
de Wimbledon de 2022 como principal hito y con siete títulos en su historial,
ninguno de especial mérito.
Ahora la ATP fija al oceánico en el puesto 671 de la clasificación mundial tras
una temporada en la que solo ha jugado cinco partidos, con una sola victoria,
en el Masters 1.000 de Miami ante el estadounidense Mackenzie McDonald, y
cuatro derrotas. Desde aquel 19 de marzo no volvió a saltar a una cancha el
tenista de Camberra de 30 años que ha sido más noticia por su llamativa
personalidad que por sus éxitos en los torneos.
No hubo
tensión competitiva entre Kyrgios y Sabalenka, en un duelo sin ritmo, sin intensidad, con dos
jugadores, especialmente el australiano, pausado, sin aceleración. Le bastó con
cierto tino en el servicio al jugador de la ATP para plasmar su superioridad
frente a la de la WTA. Y eso que cada tenista contaba con tan solo un intento.
“Me he sentido genial. Creo que mantuve el tipo. Tuvo dificultades en algunos
momentos y le vi tenso. El partido fue de gran nivel con golpes buenos. Me moví
hacia la red e hice dejadas. Disfruté del espectáculo. Creo que la próxima vez
que juegue contra él ya sabré la táctica”, explicó Sabalenka en la pista. “Conozco
sus puntos débiles. Será un mejor partido”, añadió.
“Me encantaría una revancha. Es un desafío para mí misma. Me gustaría volver a
jugar”, reconoció la bielorrusa. “Jugar contra un chico es diferente. Todo es
más rápido. Espero tener una buena recuperación y estar lista para la temporada”,
señaló la número uno del mundo.
Sabalenka irrumpió a la pista de Dubai, poblada con 17.000 aficionados, a ritmo
del ‘Ojo del Tigre’, a modo Rocky Balboa. Abajo, en la red, esperaba Kyrgios,
más prudente en su puesta en escena. Con personajes del deporte como testigos,
como los exfutbolistas brasileños Ronaldo Nazario y Kaka, despidieron el año
Kyrgios y Sabelanka con un nuevo capítulo de la batalla de los sexos.
Fue el cuarto de esta exhibición que de tanto en cuando asoma por el entorno
del tenis. Previamente lo mostraron al mundo Bobby Riggs y Margaret Court,
Riggs y Billie Jean King, ambos en 1973, y después Martina Navratilova ante
Jimmy Connors en 1992.
“Fue un partido difícil. Es una competidora increíble y una gran campeona. Ha
ganado varios Gran Slam. Era una gran oportunidad. Tuve que concentrarme porque
pegaba golpes increíbles. Me encantaría volver a jugar con ella y demostrarle
lo que me queda. Fue una batalla reñida. No me siento ganador esta noche. Es un
espectáculo ver a alguien como Aryna aquí. Es un gran paso adelante para el
tenis”, dijo Kyrgios.
“Estaba nervioso y no creo que muchos se atrevieran a estar en este lugar.
Sabalenka estaba preparada para el reto y el marcador era ajustado. Estaba
presionado y contaba con el apoyo del público. Ha sido muy emotivo”, añadió el
australiano. “Sabalenka es una atleta increíble. No me ha sorprendido. Podía
haber pasado cualquier cosa”, concluyó Kyrgios.
EFE / FútbolUy