Montevideo Portal
La Justicia argentina absolvió a los siete imputados en la causa de Leonardo Fornerón, un hombre que denunció que su hija había sido apropiada ilegalmente en el año 2000, en un caso que recorrió el mundo en la época.
El caso se remonta al mes de junio del 2000, cuando la expareja de Fornerón parió a una niña en un sanatorio de Entre Ríos. Al día siguiente, la entregó a una pareja de Buenos Aires, gracias a la intervención directa del Defensor de Pobres y Menores suplente de Victoria, Julio Guaita, quien redactó un acta de guarda provisoria.
Sin embargo, Fornerón jamás supo que la mujer estaba embarazada. Ese enigma quedó resuelto tiempo después, mediante una prueba de ADN que reveló la verdad, y abrió una larga batalla judicial para que se lo reconociera como padre, con el fin de restituir a la niña y revincularla con su progenitor. De todas maneras, esto nunca sucedió y la joven continúa viviendo con quienes la adoptaron.
Incluso, en el año 2012 la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó al Estado argentino por violar derechos fundamentales, entre ellos el derecho a la identidad y el derecho de padre e hija a convivir en familia. En esa instancia, exhortó a las autoridades a revincular a ambas partes.
En la actualidad, los imputados eran la madre biológica, el matrimonio que recibió a la niña; el exjuez Raúl Del Valle, quien firmó la sentencia de adopción; el abogado representante de los presuntos apropiadores; y dos intermediarios. Además, se imputó a dos funcionarios judiciales y la perito psicóloga encargada del caso en el año 2000.
Más allá de que los fundamentos de la resolución recién se conocerán en el mes de febrero, el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional N°18 de la Ciudad de Buenos Aires adelantó la absolución para los siete imputados.
Según sostuvo Diego Dousdebes, el abogado de Fornerón en declaraciones a TN, “Leonardo está muy triste con el fallo, muy descreído de la Justicia. Entiende que hay una Justicia para gente que tiene determinada posición social y económica y otra para la gente de a pie como él, que no está en esa situación ni tiene esos contactos”.
Desde su postura, “la suerte ya estaba echada. No había intención de ir al hueso”. Además, reflejó que se trata de “encubrir una práctica ancestral”. “En determinados lugares de la Argentina los bebés se compran y se venden, y eso beneficia a un montón de estructuras estatales y paraestatales. Nadie está dispuesto a entregar ese negocio o quedar al descubierto y tener que responder penalmente por eso”, agregó.
Montevideo Portal