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Una situación particular se dio en el duelo de Peñarol y
Racing en el Parque Viera cuando transcurrían 75’ de acción y el duelo estaba 2-1
para la visita.
Instantes después del descuento de Tomás Verón Lupi, los
carboneros encontraron un contragolpe donde quedaron tres elementos ante dos
defensas y con la pelota en los pies Leonardo Fernández.
El volante condujo, enganchó y remató de media distancia
pero su remate se fue muy alto, no utilizando ni a Maximiliano Silvera que
corría por derecha, ni a Javier Cabrera que lo hacía por izquierda.
Justamente el Cangrejo se molestó por no recibir la
asistencia de su compañero y le dijo algo a la distancia que molestó
sobremanera a Fernández.
Es más, el extremo se acercó al excelente rematador y le
dijo unas palabras que hicieron que el ex Fénix explotara. «¿Qué pasó? Tranquilo, eh», le dijo con el dedito
para arriba primero y luego haciendo el gesto de «ojo», le empezó a gritar y recriminar desde lejos.
“Decímelo después, la concha de tu madre”, fue una de las frases
que se escucharon del cruce que duró varios minutos y en el cual Fernández
siguió insultado a su compañero que optó por mantenerse callado y sin responder.
Un grito desde el banco pidiendo tranquilidad y algún otro
jugador como Javier Méndez que se acercó para tratar de calmar los ánimos, fue cerrando lo
sucedido.
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