Después de que el pasado 26 de marzo el
Plenario del Frente Amplio (FA) analizara el fallo del Tribunal de Conducta
Política (TCP) sobre la denuncia que realizó la diputada suplente Martina Casás contra
el titular de la banca, Gustavo Olmos,
el diputado volvió al Parlamento y la legisladora renunció.
Después de que el pasado 26 de marzo el
Plenario del Frente Amplio (FA) analizara el fallo del Tribunal de Conducta
Política (TCP) sobre la denuncia que realizó la diputada suplente Martina Casás contra
el titular de la banca, Gustavo Olmos,
el diputado volvió al Parlamento y la legisladora renunció.
Casás, en diálogo con Desayunos Informales, habló sobre cómo recibió
el fallo del TCP y cuáles son sus pasos para seguir con su denuncia, que,
además de la interna del FA, está en la órbita de la Justicia y el Ministerio
de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), ya que dependía económicamente de Marea
Frenteamplista, el sector que representó en el Parlamento.
La exlegisladora, señaló que la denuncia
dentro del FA fue “uno de los tres caminos” que inició. En una primera instancia,
Casás acudió a la fuerza política para “obtener cierta protección como
militante política para poder seguir militando”. De todos modos, dijo que
dentro de su partido no tuvo “el resultado que esperaba”, pero destacó las “otras
vías” para seguir con la causa y podrían “cambiar los resultados previos del
fallo del Plenario”.
“Yo tengo mucha tranquilidad”, dijo Casás,
quien admitió que tomó “un camino que es difícil” y “que implica muchos pasos”.
“Primero, reconocerse en una situación de
violencia, tener el valor de poder denunciarlo en distintos ámbitos; tomárselo
con tranquilidad, porque los procesos judiciales pueden llevar mucho tiempo”, señaló.
Si bien al momento en el que denunció la
situación con su compañero de banca Casás no “descartaba que pasara esto”, la
militante frenteamplista admitió que le sorprendió la “celeridad” con la que el
FA manejó el caso.
“En el mismo TCP ha habido casos que han
estado años o meses. Entonces, yo no tenía apuro en que se resolviera”, comenzó.
Así, destacó que su caso concluyó “antes de que la justicia tenga elementos”, porque
se “entendía” que los presentados por los involucrados “no eran probatorios de
acoso”, a pesar de que “no tengan mecanismo para investigar”, destacó la
exlegisladora.
Casás aseguró que la resolución del FA no fue
satisfactoria, incluso hizo un descargo sobre el informe, porque entiende “que [el
TCP] no tiene la herramientas para hacer ese tipo de investigación, que sí lo
tiene la Justicia”.
Sobre las pruebas, la exdiputada dijo que “se
presentaron mensajes de texto como si fueran probatorios de consentimiento y
eran conversaciones normales”. Por eso, explicó que no presentó su parte porque
entendió que no “tenía” que ser ella “quien probara el contexto de dichas
conversaciones, sino quien presenta la prueba”.
En el caso de que esas conversaciones sean
consideradas “necesarias”, Casás las presentará ante la Justicia. De todos
modos, insistió sobre su postura con el TCP: “No entiendo que exista la
experticia para analizar ese tipo de pruebas en un ámbito político, sí en
judicial”.
Casás también habló sobre su proceso personal
para llevar a cabo la denuncia contra Olmos. “Reconocer que también te puede
pasar a vos es importante, reconocerse en esa situación y empezar a entender y
revisar lo que te ha pasado es todo un proceso que requiere de cierto
acompañamiento”, expresó.
De este modo, la exdiputada explicó que ante
un caso de acoso “uno no puede sentarse y relatar lo que le pasó así nomás”,
porque “son eventos dolorosos, muchas veces, que uno reprime y que le cuesta
mucho poder ponerlo en palabras”.
“Entonces, son situaciones de suma incomodad, sumamente
traumáticas; uno tiene que poder tener las herramientas para afrontar lo que
sigue, que es poder expresarlo verbalmente varias veces en varios lugares”,
dijo.
En esta línea, la militante frenteamplista insistió
en que “para denunciar” la víctima “tiene que estar preparada, no el sector ni
el denunciado, sino la persona denunciante”.
Por eso, considera que en su caso, desde el
FA, “no se tomó en cuenta a la víctima”. “Durante meses estuve en silencio
porque era una cuestión que me costaba muchísimo expresar”, aclaró.
“Yo no estaba preparada para enfrentar esta
situación públicamente”, concluyó la denunciante”.
La denuncia de Casás
El pasado 12 de diciembre Casás denunció ante
Fiscalía y el MTSS a Olmos por acoso sexual y laboral.
En
principio, la exlegisladora había radicado el reclamo a la interna de su
partido y el TCP, que falló a favor de Olmos.
En la
denuncia que presentó Casás aseguró que Olmos ejercía acoso sexual al darle
“besos”, “abrazos de despedida de jornada” y “toque en sus glúteos sin el
consentimiento”.
La
diputada aseguró que Olmos también se “sobrepasó” en algunas invitaciones “para
estar juntos en circunstancias de recorrer el país” por temas laborales. En
tanto, la denuncia por acoso laboral tiene sustento en la relación de trabajo
jerárquica que ambos tienen, dado que el legislador es el “jefe directo” de
Casás.
Por otro lado, según informó El Observador y
confirmó Montevideo Portal, el caso se pasó al Juzgado
de Familia para que adopte medidas de rigor ante la denuncia. Este organismo
decidió algunas determinaciones limitativas sobre Olmos, por ejemplo, la
prohibición de que se acerque a la denunciante en un radio de 500 metros y de
que se comunique con ella.