Los casos anuales de cáncer de próstata en todo el mundo se
prevé que se dupliquen entre 2020 y 2040, mientras que las muertes aumentarían
el 85 %, en especial en los países de menos recursos, según un informe que
publica la revista The Lancet.
Los datos indican que los casos anuales de esta enfermedad
pasarían de 1,4 millones en 2020 a 2,9 millones en 2040, y que las muertes
anuales aumentarían desde 375.000 hasta casi 700.000, principalmente entre los
hombres de los países de renta baja y media.
Sin embargo, es “probable que las cifras reales sean muy
superiores” a las registradas debido al infradiagnóstico y a las oportunidades
perdidas para la recopilación de datos en los países de renta baja y media,
indica la comisión (grupo de expertos) de The Lancet sobre el cáncer de
próstata.
Esta enfermedad representa un 15 % de todos los cánceres
masculinos y la forma más común en más de la mitad de los países.
Los principales factores de riesgo son tener más de 50 años
y antecedentes familiares. Así, el paulatino envejecimiento de la población y
el aumento de la esperanza de vida darán lugar, en los próximos años, a más
hombres mayores que sufran este cáncer.
«A medida que más y más hombres de todo el mundo
lleguen a la mediana edad y la vejez, se producirá un aumento inevitable del
número de casos de cáncer de próstata. Sabemos que este aumento de casos está
al caer, por lo que debemos empezar a planificar y actuar ya», advirtió
Nick James, de la citada comisión e investigador en el Instituto del Cáncer de
Londres.
Las muertes por cáncer de próstata han disminuido en la
mayoría de los países de altos ingresos desde mediados de los años noventa.
Detección temprana
Los expertos destacan la necesidad mundial de contar con
programas de detección temprana nuevos y mejorados, más allá de la prueba PSA,
que mide con un análisis de sangre una proteína llamada antígeno prostático
específico.
En muchos países de renta alta, los mayores de 50 pueden
pedir esa prueba aunque no tengan síntomas y sean de bajo riesgo. Un enfoque
que conduce a un exceso de pruebas en los hombres mayores de bajo riesgo, pero
no aumenta la detección en los más jóvenes con mayor riesgo.
Los autores recomiendan utilizar la resonancia magnética en
combinación con la prueba del PSA para examinar a los hombres con alto riesgo
de cáncer de próstata en los países de ingresos altos, como los que tienen
antecedentes familiares de la enfermedad, los de origen africano y los
portadores de la mutación BRACA2.
En los países de menores ingresos son “vitales” nuevos
enfoques que permitan un diagnóstico más precoz, ya que la mayoría de los
hombres de estos países presentan cáncer metastásico cuando son diagnosticados.
Igualmente hay que concienciar a los hombres y sus familias
sobre los peligros y los síntomas del cáncer de próstata metastásico, pues en
muchos países de bajos y medios ingresos no se conocen bien, así cómo informar
de las terapias disponibles.
EFE