El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, dijo este lunes que
está dispuesto a “resolver cualquier diferencia” con México, pero advirtió que “la
justicia no se negocia”, en referencia a la detención del exvicepresidente
Jorge Glas, asilado por el gobierno mexicano.
“Al pueblo hermano de México quiero expresarle que siempre
estaré dispuesto a resolver cualquier diferencia, pero que la justicia no se
negocia, y que jamás protegeremos a criminales que les han hecho daño a los
mexicanos”, escribió el mandatario ecuatoriano en un comunicado difundido en su
cuenta de X.
El gobernante defendió su decisión de irrumpir el viernes
por la noche en la legación mexicana, argumentando que no podía correr “el
riesgo de una inminente fuga”.
“No podíamos permitir que se asile a delincuentes
sentenciados, involucrados en crímenes muy graves”, expresó Noboa.
A la ciudadanía y la comunidad internacional: pic.twitter.com/ApGngKJqVB
— Daniel Noboa Azin (@DanielNoboaOk) April 8, 2024
Más temprano la canciller Gabriela Sommerfeld dijo en una
entrevista con el canal Teleamazonas que su país está abierto a “restablecer
relaciones” con México.
México rompió sus canales diplomáticos con Ecuador el
sábado después del asalto policial a su embajada en Quito para detener a Glas,
quien se encontraba en la legación en calidad de refugiado desde diciembre.
Sommerfeld reconoció que “ambos países fueron afectados”,
pero que “Ecuador recibió una provocación, reiterados incumplimientos”.
Y consideró que lo “más grave” fue la declaración del
mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, en la que “cuestiona la
legitimidad de las últimas elecciones, cuestiona nuestras elecciones libres,
democráticas y sobre todo cuestiona un luto nacional que hasta el día de hoy lo
llevamos”, refiriéndose al asesinato del candidato presidencial centrista
Fernando Villavicencio en vísperas de los comicios de agosto de 2023.
“Hubo interferencia en asuntos internos del Estado. Eso
también está contraviniendo” la Convención de Viena, sostuvo Sommerfeld.
Quito sostiene que el asilo concedido por parte de México a
Glas, de 54 años, es “ilícito”, pues es investigado por un delito común
(peculado por obras de reconstrucción). En 2022 el exvicepresidente salió de la
cárcel tras cumplir cinco de los años a los que fue condenado por corrupción.
La abogada de Glas, Sonia Vera, dijo a la AFP que su
defendido fue “secuestrado” durante el asalto a la legación y que espera que se
“restablezca la condición de asilado diplomático” al exfuncionario del
exgobernante socialista Rafael Correa (2007-2017).
México mantiene el asilo concedido a Glas.
La crisis entre ambos países escaló el jueves, cuando Quito
expulsó a la embajadora mexicana, Raquel Serur, tras los dichos de López
Obrador.
El asalto a la embajada ha sido condenado por gran parte de
la comunidad internacional.
Nicaragua también rompió relaciones con Ecuador, y Bolivia
convocó a su embajadora en Quito, Segundina Flores.
México cerró indefinidamente sus oficinas diplomáticas en
Ecuador, mientras que Quito retiró a sus funcionarios de la embajada en Ciudad
de México, pero mantiene abiertos sus dos consulados.
AFP