play_arrow

keyboard_arrow_right

Listeners:

Top listeners:

skip_previous skip_next
00:00 00:00
chevron_left
  • play_arrow

    Hiperactiva Escucha a diario toda la música de moda, con los grandes éxitos de conocidos artistas internacionales, en esta emisora online que retransmite al resto del mundo desde Minas de Corrales, Uruguay.

Noticias Nacionales

Nueva alianza trilateral anti-China

todayabril 20, 2024

Fondo


Por su parte, el Gobierno estadounidense ha estado fortaleciendo sus alianzas en la región a fin de contrarrestar mejor a China, lo que se ajusta a las demandas filipinas por afianzar su defensa externa, especialmente en el mar de China Meridional.

Estados Unidos está “total, absoluta, exhaustivamente comprometido” con la defensa de Japón, Kishida es “un verdadero líder y un verdadero amigo”, declaró Biden luego de reunirse por más de dos horas en el Despacho Oval con el primer ministro nipón, y reconoció que el objetivo común de ambos mandatarios es reforzar la presencia militar de Japón en Asia y la alianza bilateral.

Según Biden, las dos naciones «aumentarán la interoperabilidad y la planificación de nuestros ejércitos». Los dos también crearán una red conjunta de arquitectura de defensa y misiles aéreos junto con Australia. Biden dijo que los líderes también están explorando la adhesión de Japón a AUKUS, la alianza estratégica militar promovida por el presidente Biden en 2021 entre Australia, Reino Unido y Estados Unidos para la región Indo-Pacífico.

“Nuestra alianza de seguridad nunca ha sido más fuerte”, “ambos líderes reafirmaron que la alianza sigue siendo el pilar de la paz, la seguridad y la prosperidad del Indo-Pacífico”, se lee en el comunicado conjunto divulgado por la Casa Blanca tras la reunión.

En la estrategia de alianzas que Estados Unidos despliega en el mundo, Japón es un socio clave para hacer frente a la amenaza de Beijing en los mares del sur y del este de China”, y, desde su incorporación a la asociación conocida como Quad (EEUU, India, Japón y Australia), su estatus con Washington es igual al que mantiene con los países miembros de la OTAN.

Aunque la Constitución pacifista nipona impone serias restricciones a la actividad militar del país, Kishida ha implementado una nueva estrategia de seguridad nacional, que representa un cambio radical en la política de defensa desde el final de la Segunda Guerra Mundial, aumentará este año su presupuesto militar en un 25 % y su gasto militar pasará en los próximos cinco años del 1 al 2 % del PIB que hará de su ejército, las Fuerzas de Autodefensa, el tercero más poderoso del mundo, luego de Estados Unidos y la República Popular.

La administración Biden ha reforzado las relaciones entre Washington y Tokio. Se han reforzado en diversas áreas, pero fundamentalmente en la seguridad nacional, con el objetivo declarado de contener a China.

“Estamos de acuerdo en que China es el gran desafío estratégico compartido”, afirmaba el secretario de Estado, Antony Blinken, al anunciar, junto al secretario de Defensa Lloyd Austin, y a sus homólogos japoneses, una nueva etapa en la colaboración en materia de seguridad con Tokio, lo que permitirá a Japón reforzar sus sistemas de misiles y a Estados Unidos fortalecer su a presencia militar en el archipiélago nipón.

La afirmación del jefe de la diplomacia estadounidense fue también el común denominador, el leitmotiv, tanto en las reuniones por separado como en la mini cumbre, el primer encuentro trilateral en absoluto entre los líderes de Washington, Manila, Tokio.

“Los compromisos de defensa de Estados Unidos con Japón y Filipinas son férreos. Están blindados”, dijo Biden al iniciar la reunión en la Casa Blanca con Kishida y Marcos. «Como dije antes, cualquier ataque contra aviones, buques o fuerzas armadas filipinas en el mar Meridional de China invocaría nuestro tratado de defensa mutua”, dijo el presidente refiriéndose a las tensiones filipino-chinas.

Según un comunicado conjunto difundido por la Casa Blanca, los tres países expresaron «serias preocupaciones» por las acciones de China para salvaguardar su soberanía, que calificaron de «comportamiento peligroso y agresivo» en el mar de China Meridional, y «los intentos de cambiar unilateralmente el statu quo por la fuerza o la coerción en el mar Oriental de China”.

Japón y Filipinas mantienen disputas territoriales separadas con China, en el caso del primero por las islas Senkaku en el mar de China Oriental y en el caso del segundo el atolón Second Thomas Shoal de las islas Spratly del mar de China Meridional, donde desde 1999 Filipinas encalló deliberadamente un viejo buque para reivindicar su soberanía y en torno al cual ha estallado la tensión con China en las últimas semanas.

Más allá de la importancia geoestratégica y geodefensiva de esa zona marítima, lo que ha llevado a Biden a impulsar alianzas en la zona de Asia-Pacífico es abrochar un cinturón de seguridad alrededor de Taiwán, donde Filipinas sería el frente sur y Japón el frente norte, en caso de un conflicto militar con la República Popular que desde su su fundación reivindica su soberanía sobre la isla.

Los ruidos de sable se escucharon del otro lado del Pacífico y las reacciones de Beijing a los acuerdos alcanzados en Washington fueron “en tiempo real”.

“A pesar de las serias preocupaciones de China, Estados Unidos y Japón atacaron y difamaron a China en relación con la cuestión de Taiwán y las cuestiones marítimas, interfirieron flagrantemente en los asuntos internos de China y violaron las normas básicas en las relaciones internacionales. China lo deplora y se opone, y ha realizado gestiones serias ante las autoridades pertinentes», dijo Mao Ning, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, en una conferencia de prensa el jueves.

Desde que China perdió su soberanía sobre la isla en el año 1895 en manos de Japón, hasta que le fuera restituida tras la derrota nipona en la Segunda Guerra Mundial, Beijing ha reivindicado su soberanía política y territorial sobre la ex-Formosa que pasó a ser la piedra angular y omnipresente de la política exterior de la República Popular.

No hay sede, documento, declaración, encuentro internacional, relaciones bilaterales, donde la República Popular no subraye que en el mundo existe una sola China, que Taiwán forma parte inalienable de su territorio y que el Gobierno de la República Popular China es el único gobierno legítimo que representa a toda China. Cualquier Estado que pretenda establecer relaciones diplomáticas con China debe reconocer el principio de una sola China y romper sus relaciones con Taiwán.

Para la República Popular, las relaciones entre Estados Unidos, Japón y Filipinas no deben apuntar a otros países, dañar sus intereses o socavar la paz y la estabilidad regionales. «China se opone firmemente a la mentalidad de la Guerra Fría y a la política de grupos pequeños. China rechaza firmemente cualquier cosa que cree y aumente las tensiones y pueda socavar la seguridad y los intereses estratégicos de otros países”.

Según las autoridades del país asiático, la profundización de la alianza militar trilateral entre Estados Unidos, Japón y Filipinas, y el mencionado marco minimultilateral entre Estados Unidos y sus aliados de Asia y el Pacífico, Washington está dando un paso más hacia la construcción de una mini-OTAN de Asia y el Pacífico. «Esto no es sólo una grave provocación a China, sino también una grave amenaza a la paz y la seguridad regionales, y China defenderá su soberanía, seguridad e intereses de desarrollo y seguirá comprometida con la paz, la estabilidad y la prosperidad duradera de la región de Asia y el Pacífico”.

Mientras termino de escribir, las agencias dan cuenta de una videoconferencia entre el ministro de Defensa chino, Dong Jun, y su par estadounidense, Lloyd Austin, el 17 de abril, la primera conversación entre los jefes militares de las dos potencias militares más grandes del mundo desde 2022.

De acuerdo al comunicado del Ministerio de Defensa del país asiático, Dong dijo que China nunca cederá en la cuestión de Taiwán e instó a Estados Unidos a reconocer la postura firme de China y respetar la soberanía territorial y los derechos marítimos del país en el mar Meridional de China. La cuestión de Taiwán está en el centro mismo de los intereses fundamentales de China y su ejército “no tolerará ninguna actividad secesionista de Taiwán ni apoyo externo”.

De acuerdo a la versión del Pentágono, “los dos funcionarios abordaron las relaciones de defensa entre Estados Unidos y China, así como cuestiones de seguridad regional y global”. “El secretario Austin enfatizó la importancia de continuar abriendo líneas de comunicación entre militares entre Estados Unidos y la República Popular China”, agrega el comunicado.

La parte china también hizo hincapié “en la construcción de una relación militar que evite conflictos y confrontaciones”, y enfatizó la importancia de “la cooperación abierta y pragmática y la acumulación gradual de confianza mutua” para “convertirse en un pilar de estabilidad para el desarrollo de las relaciones” entre ambos países.

No hay dudas acerca de la importancia de este tipo de contactos entre jerarcas de este nivel. En cambio, hay muchas dudas sobre sus resultados.

Mientras Estados Unidos se considere, en el documento de Estrategia de Seguridad Nacional del Gobierno Biden, como “el único país que tiene tanto la intención de redefinir el orden internacional como el poder económico, diplomático, militar y tecnológico para hacerlo”; mientras su secretario de Estado, Blinken, persista en su convicción de que “la visión de Beijing nos alejaría de los valores universales que han sostenido gran parte del progreso conseguido por el mundo en los últimos 75 años”; mientras Estados Unidos no acepte el cambio epocal que significa el ascenso de China para el orden mundial, los tambores de guerra seguirán retumbando.





Fuente

Escrito por hiperactivafm


0%