Rodolfo Franco Aquino|
En la edición pasada tocábamos el tema sobre nuestro bioma, los pastizales del Río de la Plata (para nosotros el campo natural). Para este artículo entonces tocaremos muy brevemente acerca de un actor social muy relevante para el interior del país: la ganadería familiar y los productores familiares.
Para hacernos una idea, cuando hablamos de productores rurales en Uruguay, aproximadamente el 60% de los mismos son de tipo familiar, es decir familias productoras cuya empresa es de tamaño mediano a pequeño. Dentro de la categoría productores familiares también entre el 55 y el 60% está conformado por productores familiares que realizan ganadería, es decir que poseen ganado vacuno u ovino. Esto es importante pues al imaginarnos un productor familiar “típico” en un Uruguay debemos pensar en un productora o productora que esté con algunas vacas por delante.
De acuerdo a datos del último censo agropecuario realizado (2011) y mediante estimaciones en base al registro de productores familiares del MGAP, se estima en 25285 la cantidad de productores familiares en Uruguay con lo que puede estimarse en aproximadamente 15171 la cantidad de ganaderos de tipo familiar. Esto contrasta con la superficie ocupada por la producción familiar, la que representa el 13,8% de la superficie agrícola, lo que habla de un problema que aparenta no desaparecer más que es la concentración de la tierra. Para Tacuarembó, un trabajo de Rodrigo Childe (2021), destaca en base a datos de MGAP un total de 1552 unidades productivas familiares y 1116 productores familiares para Rivera.
La Ganadería de tipo familiar tiene la capacidad de valorizar el territorio desde el punto de vista productivo y económico pero también social, además con bajos impactos a nivel del ambiente (alto uso del campo nativo y pocas tecnologías de insumos). Esta categoría social posee en general bajos ingresos relativos, lo que se relaciona con la escala predial, aunque también de factores relacionadas a la gestión predial. La edad promedio es bastante alta, siendo mayoría aquellas personas mayores a 50 años. En contraste, los menores a 30 años son solo el 4,6%. La Ganadería Familiar tiene como parte de su problemática la cuestión del relevo generacional, la que tiene múltiples aristas como por ej. la escala, la que no permite el traspaso a los hijos (en caso de ser varios) de unidades productivas con mayor viabilidad. También, el tema de que el pasaje de productor rural a pasivo (a) implica una renuncia importante desde el punto de vista del ingreso.
Los productores familiares en general y también de la ganadería, presentan un importante grado de trabajo extrapredial en al menos un miembro de la familia, lo que les permite completar los ingresos. También una importante precariedad en la tenencia de la tierra siendo muy alto el porcentaje de productores familiares que arriendan la tierra para producir. Los productores familiares tienen una importante residencia en el predio y mayor aún la residencia en el territorio (poblaciones rurales, poblados, núcleos de vienda MEVIR, capitales departamentales), lo que incide en el matenimiento de un paisaje rural humanizado, un tejido social activo desde el punto de las relaciones humanas, culturales e identitarios. Como parte de esa integración social unida al territorio los productores familiares poseen importante grado de organización, presentando acciones de resistencia de carácter individual/familiar pero también de carácter colectivo, con reivindicaciones en defensa de su territorio. La acción colectiva de los productores familiares se basa en la construcción del capital social, respeto, confianza y solidaridad, para la resistencia, la permanencia económica y su propia reproducción como sujeto social.
Cuando hablamos de resistencia o resistencias es importante destacar el grado de incompatibilidad y en consecuencia desplazamiento que implica el avance del agronegocio forestal y el agronegocio agrícola. En estos rubros, y sobre todo en nuestra región Norte y Noreste, la presencia de la producción familiar es mínima, generando paisajes bastante deshumanizados, desprovistos de tejido social. El desplazamiento de la producción familiar implica que la actividad de tipo familiar y ganadera se desplace a suelos de menor productividad, lo que incrementa los desafíos como sociedad para el mantenimiento de este sujeto social y la disminución de la migración campo ciudad que hace tanto se habla (y se hace poco). Los impactos de otros rubros económicos también se presentan con fuerza amenazando la ganadería familiar y toda la producción familiar como por ej. la minería a cielo abierto, las exploraciones por petróleo y los proyectos de hidrógeno verde (fuerte amenaza por el agua dulce).
Como para no hacerlo largo, lo que haremos es terminar de describir algunas características de enorme relevancia que posee este sujeto social: los ganaderos (y ganaderas) familiares. Un aspecto de enorme destaque es la baja incorporación de tecnologías basadas en insumos, lo que implica que los GF tengan una muy alta utilización y dominio en lo que tiene que ver con el uso y manejo del campo natural (ya hemos destacado su importancia en la edición anterior). Se destaca para este sujeto social lo que se denomina el “modo de vida” y se basa en: la predominancia de la mano de obra familiar, la búsqueda de autonomía mercantil, el autoconsumo y el dimensionamiento de las actividades productivas a partir de las necesidades y objetivos familiares. Como parte de ese “modo de vida” las actividades ganaderas y sobre todo los de tipo famiiliar son determinadas por cuestiones ligadas a la tradición, a la satisfacción personal y el trabajo con la familia así como el trabajo en contacto con la naturaleza. Esto, mucho más que razones ligadas a la maximización del beneficio económico. La tierra, el paisaje, el territorio tiene para la ganadería familiar un carácter identitario y muchas veces cuasi sagrado, lo que lo convierte en un actor comprometido ambiental y socialmente.
El espacio próximo podrá ser oportuno para reflexionar sobre que cosas deben ser importantes para la Ganadería Familiar por ej (y nada más ni nada menos) que el acceso a la tierra.
Algunas de las referencias bibliográficas mas relevantes
– Childe R. (2021). La emigración rural de los productores familiares en la región noreste del Uruguay. (2000-2018). Tesis de Pos Graduación en Geografía. Santa María: Universidad Federal de Santa María (UFSM-RS), 163 p.
– Litre G, Tourrand JF, Morales H, Arbeletche P. (2008). Ganaderos Familiares Gauchos: ¿Una opción hacia la producción sustentable?Asian Journal of Latin American Studies, volumen 20, Número 404, p.105-147.
– Ribeiro CM. (2016). O modo de vida dos pecuaristas familiares no pampa brasileiro. En: Pecuária Familiar no Rio Grande do Sul: histórica, diversidade social e dinámicas de desenvolvimento. Waquil et al. (Eds). Porto Alegre: UFRGS. 87-109 p.
– Rossi V. (2019). Prácticas de resistencia de los productores familiares en el agro uruguayo (Tesis Doctoral). Córdoba (Arg): Universidad Nacional de Córdoba, Facultad de Ciencias Agropecuarias. 35 p. ISBN 978-987-1751-76-1.
-Sganga F, Cabrera C, Gonzalez M, Rodriguez S. (2016). Producción Familiar Agropecuaria uruguaya y sus Productores Familiares a partir de los datos del Censo General Agropecuario y el Registro de Productores Familiares. Montevideo, Uruguay: MGAP-DGDR.