El hundimiento de un restaurante-club en la turística ciudad
española de Palma de Mallorca dejó cuatro muertos, entre ellos dos turistas
alemanas, y 16 heridos, de los que ocho, todos holandeses, siguen
hospitalizados, informaron este viernes las autoridades.
«Todo apunta a una estructura antigua y una causa de
sobrepeso, una causa combinada», dijo este viernes a la prensa el jefe de
bomberos de la ciudad de Palma de Mallorca, Eder García, sobre el derrumbe
ocurrido el jueves por la noche en el Medusa Beach Club, un local frente al mar
Mediterráneo.
La primera planta del club se hundió sobre la planta baja y
esta cayó sobre la subterránea, que «es donde hemos encontrado más
víctimas», había dicho García la noche anterior.
Los trabajos de rescate concluyeron, y este viernes por la
mañana la policía custodiaba el lugar derrumbado, comprobó la AFP.
? Momentos de tensión en la Playa de Palma: Piden silencio para tratar de escuchar a los heridos bajo los escombros
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— Ultima Hora Mallorca (@UHmallorca) May 24, 2024
«Las víctimas son dos alemanas, de 20 y 30 años, una
trabajadora española de 23, y un senegalés de 44», dijo a la AFP un
portavoz de la Policía Nacional.
Minuto de silencio
A mediodía, la ciudad observó un minuto de silencio.
Tras el mismo, el alcalde de Palma de Mallorca, Antonio
Jiménez, explicó que, de los 16 heridos iniciales, «ya solo hay ocho
personas ingresadas, todos de nacionalidad holandesa».
Los heridos «ya están fuera de peligro», añadió
Jiménez, que puntualizó que el senegalés y la española fallecidos eran
residentes en la isla.
De acuerdo al diario mallorquín Última Hora, el senegalés,
junto a un compatriota, salvó de morir ahogado a un bañista en 2017, una
historia que fue ampliamente cubierta por la prensa local.
Las Islas Baleares, conocidas por sus aguas cristalinas y
sus playas paradisíacas, son el segundo destino turístico de España después de
Cataluña. En 2023 recibieron más de 14 millones de visitantes, según cifras
oficiales.
Al lugar se desplazaron varios equipos de bomberos, mientras
las ambulancias esperaban para transportar heridos a los hospitales, constató
un periodista de la AFP, mientras la policía mantenía cortada la calle para que
los equipos de emergencia pudieran trabajar sin complicaciones ante la llegada
de curiosos.
Como «una bomba»
El estruendo causado por el hundimiento se asemejó a
«una bomba», explicó a la televisión Trece un testigo, Santiago
Aranda, vecino que estaba paseando al perro cuando ocurrieron los hechos.
«Ha colapsado una terraza de la planta superior sobre
la terraza de abajo, y de abajo al sótano», tras lo cual, añadió Aranda,
se oyeron «gritos, lloros».
Aranda fue a ayudar, pero el hecho de que la mayoría de los
afectados fuera extranjero, dificultaba las cosas: «es muy difícil
intentar calmar, intentar sacar a gente en otro idioma», narró.
Vicky García, una vecina, explicó a la prensa que creía que
el edificio «se reformó todo a finales de invierno, no hace mucho que lo
abrieron de nuevo».
El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, dijo
estar siguiendo «de cerca las consecuencias del terrible derrumbe ocurrido
en la playa de Palma», en un mensaje en X.
Sánchez afirmó haber conversado con la presidenta regional
de las Islas Baleares, Marga Prohens, y con el alcalde de Mallorca, Jaime
Martínez, a los que trasladó «la disposición del Gobierno de España a
colaborar con todos los medios y efectivos que sean necesarios».
«Conmocionada por la información que me llega del
derrumbe», señaló en la misma red social Prohens, quien envió «cariño
y calor a las familias de las cuatro personas que han perdido la vida en este
trágico incidente».
El restaurante se encuentra en primera línea de playa, en
una avenida donde hay varios locales de ocio y tiendas.
La zona de Playa de Palma estaba muy concurrida al final de
la tarde, en el inicio de la temporada alta turística en el archipiélago
balear.
Un derrumbe de un edificio de tres plantas en 2009 en Palma
de Mallorca dejó siete personas muertas, entre ellas dos alemanes y tres
colombianos.
AFP