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Noticias Nacionales

De la ficción a la realidad en los juegos del hambre

todayjunio 7, 2024

Fondo


El escándalo creció cuando la investigación reveló la compleja relación entre el Ministerio de Capital Humano y la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI). Este organismo internacional, creado en 1949, tiene como misión “promover la cooperación entre los países iberoamericanos en los campos de la educación, la ciencia y la cultura”. Sin embargo, su rol en este contexto dista mucho de sus objetivos declarados, como programas de alfabetización, formación docente y preservación del patrimonio cultural, según se explicita en su página web. En lugar de eso, la OEI actuó como intermediaria en la contratación de personal para el Ministerio. Firmó un convenio para la prestación de servicios de personal transitorio y la adquisición de alimentos destinados a mejorar la calidad nutricional de familias en situación de vulnerabilidad. Este arreglo tenía un propósito claro: simular una reducción de personal en línea con la austeridad proclamada, eludiendo así los controles administrativos. Más grave aún, esta intermediación facilitó pagos irregulares y sobresueldos para funcionarios y altos cargos, desvirtuando por completo los principios de transparencia y eficiencia que ellos mismos sostienen que deberían regir la administración pública.

El acusado de estas maniobras y de no informar adecuadamente sobre los alimentos próximos a vencerse fue Pablo de la Torre. Tras destituirlo, el Gobierno adoptó una postura pública de “limpiar” la administración de malos manejos. En un movimiento que parecía ser un gesto de transparencia y justicia, presentó una denuncia penal contra él en la Oficina Anticorrupción, acusándolo de malversación de recursos públicos. Finalmente, sin posibilidad alguna de ocultamiento, los alimentos almacenados serán distribuidos según un plan detallado y urgente ordenado por la Justicia. Este plan considera el tipo, la cantidad y las fechas de vencimiento de los alimentos, así como los grupos de destino. Debe ejecutarse de inmediato para asegurar que los productos lleguen a los comedores y merenderos comunitarios sin más demoras. La logística de la distribución será gestionada por el Ejército Argentino en sus camiones, aunque al momento de escribir estas líneas no está claro cómo llegarán a los comedores populares. Al mismo tiempo, Milei anuncia el veto de una nueva fórmula de ajuste de jubilaciones y pensiones que beneficiaría algo más a la también castigada franja etaria mayor, votada en la Cámara de Diputados.

Según el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA), el indicador de pobreza en la Argentina habría llegado en el primer trimestre de 2024 al 55,5 % de la población (contra el 44,7 % del tercer trimestre de 2023) y la indigencia pasó del 9,6 % al 17,5 % en el mismo período. En tanto que la inseguridad alimentaria total para áreas urbanas relevadas alcanza al 24,7 % de las personas, al 20,8 % de los hogares y al 32,2 % de los niños, niñas y adolescentes, donde la inseguridad alimentaria severa se ubica en 9,9 %, 12,7 % y 16,5 %, respectivamente.

Con la excusa de que hay algunos comedores con irregularidades o corrupción, se desconoce a la totalidad, del mismo modo que con las organizaciones sociales que participan mitigando la penuria a la que está sometida una proporción colosal de la población. “Los datos numéricos, sin embargo, apenas vislumbran la acritud del sufrimiento por la crueldad del ensañamiento con nada ficcionales ‘juegos del hambre’. Bajo la coartada de caracterizar globalmente a las organizaciones sociales como burocracias parasitarias que se sustentan con la pobreza y promueven la vagancia, se ha suspendido la entrega de alimentos a los comedores comunitarios barriales”. El fragmento citado no describe este escándalo, sino que pertenece a un artículo en estas mismas páginas de quien suscribe (C&C 23/2/24). La delectación por la crueldad y la utilización de las eventuales excepciones como generalización ya se avizoraban desde el inicio de la gestión actual. Es un peldaño más en el ascenso de la barbarie. Carezco de toda capacidad predictiva, sino que estos “descubrimientos” sólo son ratificaciones.

No puedo dejar de asociar esta realidad a la trilogía de libros de Suzanne Collins (también llevada a la pantalla) que describe una distopía futurista en la que la arquitectura político-económica está dividida entre una rica élite concentradora del poder llamada Capitolio y 12 distritos caracterizados por la miseria y la marginación, donde el hambre, como una herramienta de control sobre los distritos a los que somete, deriva hacia un ritual macabro, televisando el juego donde niños y niñas escogidos que deben enfrentarse hasta que quede solo un sobreviviente. Es la arena en la que se metaforiza la lucha por la supervivencia cotidiana en los distritos y el mundo salvaje de la lucha no solo de clases sino también entre las propias víctimas.

En la distopía real de estos juegos del hambre presente, los niños no juegan, solo sufren la más cruel mortificación.





Fuente

Escrito por hiperactivafm


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