Una pareja de almaceneros y sus tres
nietos sufrieron las repercusiones del asesinato de un hombre de 27 años que
tuvo lugar el pasado martes en la intersección de las calles Rubén Darío y
Manrupe, en el barrio Flor de Maroñas, cuando las balas ingresaron a su casa.
Según relató el hombre a Subrayado,
los abuelos y sus nietos estaban sentados en el comedor de la casa y aprontando
la mesa para cenar “cuando empezó la balacera”.
“Nos tiramos al piso porque caían vidrios
y de todo, era impresionante”, dijo al noticiero. En tanto, el hombre detalló
que las balas atravesaron desde el comedor “hasta la otra puerta del fondo”.
En total, el hombre contó que fueron tres
las balas que atravesaron las ventanas y la puerta de su casa, que está en el
mismo predio que el almacén.
“La ráfaga en la pared es impresionante,
los agujeros que dejaron”, detalló. Al escuchar la balacera, la mujer y el
hombre gritaron a sus nietos que se tiraran al piso.
“Durante los años que viví acá, nunca vi
una cosa igual. Está totalmente descarriado todo. [Es] una cosa de locos.
Esperamos que esto se termine. En este barrio no se puede vivir más, es
espantoso. Cada día está peor”, expresó el hombre.
En tanto, la Policía investiga el
asesinato del joven de 27 años. De acuerdo con la denuncia, vecinos escucharon
varios disparos y cuando los efectivos llegaron vieron el cuerpo en la vía
pública, que tenía más de cinco balazos.
La víctima no tenía antecedentes penales,
pero estaba siendo buscado por ser sospechoso de un asesinato ocurrido el
pasado 31 de marzo.
