Una menor de
15 años declarada culpable de asesinar a su madre a tiros con un revólver e
intentar matar a su padrastro en marzo pasado en el estado de Mississippi, en
el sur de Estados Unidos, fue condenada este viernes por un tribunal a cadena
perpetua.
Carly
Madison Gregg fue sentenciada también a una condena de diez años por el delito
de manipulación de pruebas.
Gregg tenía
14 años en el momento del asesinato de su madre, Ashley Smyle, de 40 años, e intentó
asesinar asesinato de su padrastro de 39 años, Heath Smylie, el 19 de marzo
pasado en la casa de la familia en la localidad de Brandon (Mississippi).
Antes de que
se leyera la sentencia, la fiscal pidió al jurado que condenara a Gregg a
cadena perpetua sin libertad condicional, con el argumento de que la menor no
había mostrado ningún tipo de remordimiento por el crimen cometido y que no
tenía serios problemas de salud mental, recogió el diario local Hattiesburg
American.
La defensa
de Gregg había rechazado previamente un acuerdo de culpabilidad ofrecido por
los fiscales que la habría enviado a prisión por 40 años.
En el
momento en que se leyó el veredicto de culpabilidad y la sentencia, Gregg
rompió a llorar.
Las imágenes
de seguridad de la vivienda de la familia mostraron a Gregg con un revólver
Magnum .357 dirigirse ese día a un dormitorio y disparar tres tiros que
acabaron con la vida de su madre, para luego intentar matar a su padrastro con
la misma arma.
En defensa
de la menor, los abogados alegaron que esta sufría de una “crisis de salud
mental”.
Poco antes
de cometer el asesinato, la menor tuvo una cita médica en la que la facultativa
de salud mental que la atendió le redujo la dosis de Zoloft que estaba tomando
y le prescribió un nuevo medicamento, Lexapro, un antidepresivo.
En enero
pasado, Gregg había indicado a los terapistas que tenía “pensamientos
intrusivos y perturbadores”, se enojaba con facilidad y tenía problemas
para dormir, según uno de los testimonios en el juicio.
EFE