Por José Luis Calvete
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ENVIADO A RÍO DE JANEIRO
El clima previo a la semifinal de ida ante Botafogo por Copa Libertadores de este miércoles se vio alterado y enrarecido tras los incidentes que se dieron sobre el mediodía y primeras horas de la tarde.
Con la cancelación del punto de encuentro para los hinchas de Peñarol, algo que estaba previsto en primera instancia, los fanáticos carboneros optaron por acercarse a las puertas del hotel Windsor, donde se aloja el plantel, para desde allí partir rumbo al Nilton Santos.
Eso hizo que un importante numero de parciales se agrupara para alentar a los jugadores en el hotel, al punto que Guzmán Rodríguez y Rodrigo Pérez salieron por unas de las ventanas para devolver el cariño a los hinchas.
Varios buses, 25 en total, estaban previstos que partieran con hinchas carboneros desde esa zona, pero la tranquilidad de los días previos se cambió por avisos y recomendaciones para llegar al escenario.
Tratar de no llevar puestos distintivos hasta ingresar al estadio, ventanas y cortinas cerradas y atención ante posibles pedreas fueron algunos de los pedidos por parte de la seguridad.
Lo cierto es que se generó una larga caravana bien escoltada, con el tránsito cortado y que fue arribando en forma escalonada al punto final.
Nacho, pero Alonso
La Asociación Uruguaya de Fútbol también decidió tomar cartas en el asunto tras los incidentes y lo explicó por intermedio de un comunicado público.
“El presidente de la AUF, Ignacio Alonso, está actualmente en contacto con la Conmebol, la SND [Secretaría Nacional del Deporte] y Cancillería para coordinar medidas de seguridad y logística que permitan que todos los hinchas de Peñarol puedan acceder sin inconvenientes al estadio para el encuentro de esta noche y regresar a nuestro país en la forma prevista”, anunciaron.
Los mirasoles no solo agotaron las 4.000 entradas a disposición para este cotejo, sino que además ya lo hicieron para el partido de vuelta en el Campeón del Siglo del miércoles venidero.
Por José Luis Calvete
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