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El nuevo jefe de Estado prometió poner fin al flujo de inmigrantes, introducir duros aranceles a China, México y Canadá, así como detener las guerras en el mundo.
Donald Trump juró este lunes como el 47.º presidente de EE.UU., marcando el inicio de su segundo mandato. El magnate regresa a la Casa Blanca tras perder con Biden los anteriores comicios y realizar una travesía por el desierto de 4 años.
En su discurso de investidura, el nuevo inquilino de la Casa Blanca dijo que «la edad de oro de EE.UU. comienza ahora mismo», asegurando que «el declive de Estados Unidos ha terminado».
La declaración de emergencia nacional y el envío de militares a la frontera sur del país, así como la designación de cárteles como organizaciones terroristas extranjeras, están entre sus primeros pasos anunciados en el cargo. Trump reiteró su intención de cambiar el nombre del golfo de México por el de golfo de América y recuperar el control del canal de Panamá. El mandatario prestó también atención a las ambiciones espaciales y prometió que plantarán «la bandera de las barras y estrellas en el planeta Marte».
A lo largo de su campaña y tras su elección, prometió solucionar problemas económicos que enfrenta el país y ‘Hacer a EE.UU. grande otra vez’, como reza uno de sus eslóganes.
¿Qué se espera en los próximos cuatro años bajo el Gobierno de Trump?
El político republicano prometió detener el flujo de inmigrantes y terminar el proyecto del muro fronterizo entre EE.UU. y México, como una de las medidas para reforzar la seguridad del país. «Vamos a detener la invasión de nuestras fronteras», dijo el pasado domingo.
«Cuando el sol se ponga mañana por la tarde, la invasión de nuestras fronteras se habrá detenido y todos los intrusos fronterizos ilegales estarán, de una forma u otra, regresando de vuelta a casa», enfatizó, advirtiendo que muy pronto comenzará «la mayor operación de deportación en la historia de EE.UU.».
En su discurso de victoria, Trump declaró que no habrá más guerras durante su mandato. «Ellos dijeron que voy a iniciar una guerra. No voy a iniciar una guerra. Voy a detener las guerras«, aseveró.
En repetidas ocasiones, el ahora jefe de Estado manifestó que durante su mandato Kiev, probablemente, no recibirá tanta ayuda militar como ha sucedido hasta el momento por parte de Washington, así como declaró que podrá terminar con el conflicto en curso. «Pondré fin a la guerra en Ucrania, detendré el caos en Oriente Medio y evitaré una tercera guerra mundial. Y no tienen ustedes ni idea de lo cerca que estamos», reiteró el pasado fin de semana. Como parte de sus esfuerzos para terminar con los enfrentamientos, Trump anunció recientemente que intentará reunirse con el mandatario de Rusia, Vladímir Putin, «muy rápidamente» después de su investidura.
El nuevo presidente también había hablado de poner fin al conflicto en la Franja de Gaza. Horas después de la entrada en vigor del acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamás, Trump atribuyó a la mediación de su equipo de transición el éxito de las negociaciones entre las partes beligerantes tras meses de estancamiento. «Nuestra Administración entrante ha conseguido todo esto en Oriente Medio en menos de tres meses, sin ser presidente, hemos conseguido más sin ser presidente que ellos en cuatro años», afirmó, refiriéndose a la Administración de Joe Biden.
Trump ha criticado varias veces a los países miembros de la Alianza Atlántica por su insuficiente aporte en defensa. A principios de enero, exigió que los aliados de la OTAN aumenten sus gastos en el ámbito hasta el 5 % de su PIB. «Todos pueden permitírselo, pero deberían estar al 5 %, no al 2 %», sostuvo. «Tenemos una cosa llamada ‘océano’ entre nosotros, ¿verdad? ¿Por qué [EE.UU.] estamos metidos en [gastos de] miles y miles de millones de dólares más de dinero que Europa?», cuestionó.
En los últimos meses, Trump anunció sus ambiciosas aspiraciones de obtener el control del canal de Panamá y Groenlandia, así como convertir a Canadá en parte del territorio de Estados Unidos. De tal manera, sostuvo que Washington necesita controlar el canal, al igual que la isla que forma parte de Dinamarca, «para la seguridad económica» y no descartó el uso de la fuerza militar para cumplir ese objetivo.
En lo que respecta a Canadá, Trump manifestó su deseo de convertir al país en el estado número 51 de EE.UU., e incluso se refirió a Justin Trudeau en tono jocoso como «el gobernador» de Canadá.
A pesar de las amenazas arancelarias contra México y la intención detener la inmigración ilegal en la frontera sur de EE.UU., la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, expresó la esperanza de que los dos países van a «llegar a un buen entendimiento». Al mismo tiempo, precisó que su nación «no es colonia de nadie, no es protectorado de nadie» y reiteró que «México es un país libre, independiente y soberano».
Tras su elección para el segundo mandato, Trump se ha encontrado en contacto con el líder de Argentina, Javier Milei, e incluso lo calificó de su «presidente favorito». Mientras, transcendió que Buenos Aires busca armar una alianza estratégica con EE.UU., Italia e Israel.
Al felicitar a Trump por su victoria en las presidenciales, el jefe de Estado de Ecuador, Daniel Noboa, destacó que «el futuro parece prometedor para el continente». Además, el Gobierno del país suramericano manifestó su «compromiso en el fortalecimiento de las relaciones bilaterales entre ambas naciones».
Por su parte, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, y Trump se comprometieron a abordar los «desafíos» que tienen por delante.
Días atrás, EE.UU. sacó a Cuba de la lista de Estados que, según Washington, patrocinan el terrorismo, medida impuesta durante el primer mandato de Trump. No obstante, hay preocupaciones de que el paso podría ser anulado tras la llegada de Donald Trump al poder, debido a que su secretario de Estado, Marco Rubio, es un político radical que se opone al Gobierno cubano y promueve sanciones contra la isla.
Comentando la situación política en Venezuela, Trump se refirió al excandidato Edmundo González Urrutia como «presidente electo». Por su parte, Nicolás Maduro aseguró a inicios de enero que estaba dispuesto a «pasar la página» e iniciar una nueva etapa en las relaciones entre Caracas y Washington. En el primer período de Trump, esa relación estuvo marcada por la imposición de una andanada de sanciones económicas y financieras, así como por el respaldo de la Casa Blanca al pretendido «Gobierno interino» del exdiputado Juan Guaidó y el apoyo a diversas tentativas sediciosas para expulsar a Maduro del poder.
Escrito por hiperactivafm
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