Durante la pasada madrugada, la policía salteña intervino en
un atípico incidente ocurrido en un hotel de alta rotatividad. Por fortuna, no
hubo que lamentar heridos. De hecho, ni siquiera hubo detenidos, y todo quedó en
una anécdota.
Según informara el medio local Tiempo de Noticias, la
trabajadora sexual llamó a la policía desde el alojamiento, y dijo que el
cliente se negaba a pagar sus servicios.
Cuando los agentes llegaron al lugar se entrevistaron con el
hombre en cuestión y este dijo que sí quería pagar, aunque existía un desacuerdo
con el precio estipulado. Asimismo, el sujeto iba a abonar con tarjeta de crédito,
pero la meretriz en ese momento no contaba con equipo POS para procesar la
transacción.
Finalmente, el individuo en cuestión salió del paso mediante
un recurso eficaz, aunque quizá humillante: llamar a su padre.
Poco más tarde, el familiar se presentó en el lugar con
dinero en efectivo y el problema quedó resuelto.
En diciembre pasado, un hotel de alta rotatividad de Salto
también fue protagonista de las páginas policiales luego de que una pareja
intentará pagar mediante transferencia bancaria y aportara una falsa captura de
pantalla.
En esa ocasión, y para asegurarse de que la policía acudiera rápido,
la encargada del lugar dijo a la policía que había personas armadas.