Tras la muerte del papa Francisco el pasado lunes, la Iglesia católica se prepara para elegir a su nuevo líder en un contexto incierto, ya que durante su pontificado, Francisco Bergoglio sumó 108 cardenales a la Iglesia —tanto de sectores progresistas como conservadores— que hoy componen un total de 135 miembros (de los cuales 133 son electores).
Entre los nombres que suenan para suceder al pontífice argentino destaca el del cardenal italiano Matteo Maria Zuppi, de 69 años, actual presidente de la Conferencia Episcopal Italiana y figura de perfil moderado, cercana a la agenda social impulsada por Francisco.
Nacido en Roma el 11 de octubre de 1955, Zuppi inició su camino religioso en la Comunidad de Sant’Egidio, una organización laica conocida por su trabajo con los más pobres y su participación en procesos de paz. Tras su formación en filosofía, letras y teología, fue ordenado sacerdote en 1981 y desempeñó gran parte de su carrera en la Basílica de Santa María en Trastevere, donde estuvo 19 años como vicario parroquial.
Su experiencia internacional se consolidó en la década de 1990, cuando participó en las negociaciones que llevaron al Acuerdo de Paz de Roma en Mozambique, firmado en 1992. Este éxito diplomático le valió el reconocimiento en África y lo consolidó como un mediador confiable en conflictos de alta complejidad.
La trayectoria de Zuppi lo llevó luego a asumir como arzobispo de Bolonia en 2015, designado por el propio Francisco, y a ser nombrado cardenal en 2019. Desde entonces, ha mantenido una postura firme en favor de la inclusión social, el diálogo interreligioso y el trabajo a favor de migrantes y refugiados.
Más recientemente, en 2023 y 2024, el papa Francisco lo nombró enviado especial para mediar en el conflicto entre Ucrania y Rusia, particularmente en relación a la repatriación de niños ucranianos deportados. Zuppi viajó a Kiev, Moscú, Washington y Pekín en misiones de diplomacia silenciosa, reforzando su perfil de negociador paciente y pragmático.
En ese sentido, tras la reunión entre Donald Trump y Volodímir Zelenski el sábado pasado en el Vaticano, poco antes del funeral de Francisco, Zuppi declaró que fue “un milagro” logrado por el pontífice. “El papa Francisco hizo un milagro, porque reunió a Trump y a Zelenski, hablando, el día de su funeral”, afirmó en declaraciones recogidas por el diario La Repubblica.
“Los problemas solo se solucionan hablando. Francisco siempre ha predicado el diálogo y a mí Zelenski me pareció más feliz. Luego habrá que ver cuál será la evolución, pero fue un momento importante y en todo caso fruto de la diplomacia del papa Francisco”, añadió el cardenal, quien regresó brevemente a Bolonia antes de retornar al Vaticano para participar en las congregaciones generales preparatorias del cónclave.
Conocido por su estilo sencillo, su preferencia por la escucha y su énfasis en la inclusión, Zuppi representa una opción de continuidad con el legado pastoral de Francisco. Su perfil conciliador, sumado a su experiencia en resolución de conflictos y su arraigo en las periferias sociales, lo posicionan como uno de los principales contendientes en la elección del próximo papa.
El cónclave, que reunirá a 133 cardenales electores de 66 países el miércoles 7 de mayo, podría definir en los próximos días el rumbo de la Iglesia católica para las próximas décadas.
Con información de EFE.