La muerte de al menos 33 personas a causa de
infecciones provocadas por fentanilo contaminado durante su producción
en laboratorios argentinos ha abierto una crisis sanitaria en el país,
donde se investiga si hay más personas que hayan perdido la vida por esta
causa.
Por el momento hay 69 casos sospechosos, 54
confirmados y 33 fallecimientos vinculados a la contaminación
bacteriana de fentanilo, según el Ministerio de Salud argentino, que
informó que todos los casos se han detectado en clínicas y hospitales públicos
de las provincias de Buenos Aires y Santa Fe, así como de la capital
argentina.
Tras conocerse estos datos, el juez Ernesto Kreplak,
encargado de la investigación, solicitó este lunes a las autoridades sanitarias
de todas las provincias que remitan información detallada de pacientes que
hayan recibido dicho fármaco en los últimos meses, para conocer si el
número de víctimas es mayor y poder atajar la crisis.
El medicamento, que es usado como un potente analgésico,
fue producido por HLB Pharma y Laboratorios Ramallo y estaba contaminado con
las bacterias Ralstonia pickettii y Klebsiella pneumoniae, que causan
enfermedades graves, como neumonía resistente a antibióticos.
El Instituto Malbrán, centro de referencia en el
campo de la salud pública, confirmó la relación directa entre las bacterias
aisladas en pacientes fallecidos y las presentes en las ampollas de un lote
contaminado de fentanilo, lo que motivó el pasado 13 de mayo la prohibición
del uso del fármaco por parte de la Administración Nacional de Medicamentos,
Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT).
Según informaron medios locales, la justicia sospecha que
habría más de un lote contaminado y por eso podría haber causado más
fallecimientos.
La situación se detectó inicialmente en el Hospital
Italiano de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires, donde
las autoridades denunciaron el pasado 2 de mayo la presencia de bacterias en
el fentanillo utilizado en terapias intensivas y donde se originó un brote de
infecciones, con 15 fallecimientos confirmados hasta la fecha.
El juez Kreplak ordenó allanamientos en cinco empresas de
distribución del fentanilo contaminado, así como en las instalaciones de
los laboratorios responsables de su fabricación.
En los operativos se aprehendieron miles de unidades del
antídoto, documentos y evidencias.
La situación mantiene en alerta al sector de la salud, que
trabaja para identificar y retirar todo el fentanilo contaminado de circulación
y reforzar medidas de control sanitario.
El fentanilo es un potente opiáceo sintético aprobado por la
ANMAT como analgésico y anestésico, utilizado para tratar el dolor intenso,
especialmente después de una cirugía o en etapas avanzadas del cáncer. También
se fabrica y se vende ilegalmente como narcótico, lo que ha causado otra gran
crisis sanitaria, especialmente en Estados Unidos.
EFE