El caso de Justin Mohn, el hombre que decapitó a su padre y exhibió su cabeza en un video de Youtube

Las redes sociales se conmocionaron hace un año cuando Justin Mohn, de 33 años, compartió un escalofriante video sosteniendo en sus manos la cabeza decapitada de su padre. Aunque esta semana fue sentenciado a dos cadenas perpetuas, sin posibilidad de libertad condicional, las razones detrás de su crimen siguen siendo algo confusas.

Mohn fue arrestado en enero de 2024, después de que su madre llamara a los servicios de emergencia e informara que había encontrado el cuerpo de su esposo en su casa, ubicada en el estado de Filadelfia. Cuando revisaron las pertenencias de Mohn, las autoridades encontraron una memoria USB en la que tenía fotografías de edificios federales y aparentes instrucciones para fabricar explosivos. Además, investigaciones posteriores revelaron que, años antes, había compartido mensajes con una retórica antigubernamental violenta.

Su padre, Michael Mohn, trabajó en el Gobierno federal por 20 años y, según afirmó su esposa, ambos apoyaban económicamente a Justin mientras este conseguía un empleo. Sin embargo, no conocían sus posturas radicales y su intento de crear un grupo de rebeldes con el que atacaría al Gobierno estadounidense.

De acuerdo con declaraciones de Justin, el crimen ocurrió mientras trataba arrestar a su padre, al que consideraba un traidor. Según los datos de la Fiscalía, utilizó una pistola recién comprada para dispararle y luego lo decapitó con un cuchillo de cocina y un machete.

Posteriormente, grabó el video y lo subió a Youtube. En las imágenes, que se extienden por más de 14 minutos, comenzó diciendo que su padre «ahora está en el infierno por la eternidad como traidor a su país«. Luego, pasó a mostrar su cabeza, en un intento por incitar a sus seguidores a revelarse contra el Estado. Después de unas cinco horas, el video fue eliminado.

Mensajes a Putin y a Trump

El año pasado, durante una audiencia de competencia, uno de los defensores afirmó que Justin había escrito una carta al embajador ruso en EE.UU., tratando de conseguir refugio y pidiendo disculpas al presidente Vladímir Putin por haber dicho que era el zar de Rusia, según reporta CBS News. De todas formas, se determinó que era competente para ser juzgado.

También se dieron a conocer cartas que el criminal habría escrito al comediante estadounidense Joe Rogan, a Tucker Carlson y al presidente Donald Trump, buscando apoyo en su plan revolucionario. En muchos de los mensajes, se llamaba a sí mismo «patriota» que estaba siendo perseguido por decapitar a un «parásito», es decir, su padre.

En su última audiencia, fue declarado culpable de asesinato, posesión de un instrumento para cometer delitos, cargos por armas de fuego, uso delictivo de un medio de comunicación, amenazas terroristas, allanamiento desafiante y abuso de un cadáver. Los fiscales describieron el crimen como «un plan frío, calculado y organizado» para intimidar a los empleados federales.