La
exvicepresidenta de la República y referente del Movimiento de Participación
Popular (MPP), Lucía Topolansky, confirmó que la chacra que compartió con su
compañero de vida, José Mujica, será legada al sector político que ambos
fundaron. En declaraciones dadas al diario El País, Topolansky explicó
que ya comenzaron los trabajos para transformar uno de los galpones del predio
en un espacio de formación política.
El
enfoque estará puesto en el tercer nivel de gobierno. El objetivo es capacitar a futuras autoridades locales, especialmente concejales y alcaldes,
en normativa municipal, organización territorial y funcionamiento del digesto
departamental. “Ya los compañeros están acomodando uno de los galpones”,
comentó, haciendo referencia al uso político y pedagógico que tendrá la chacra
conocida como La Puebla.
El
nombre de la finca, ubicada en la zona rural del Municipio A de Montevideo, fue
elegido por el propio Mujica en honor a una pequeña comunidad del País Vasco,
tierra de sus antepasados. Sin descendencia directa, Topolansky dejó claro que
su intención es que ese lugar forme parte del legado colectivo del MPP.
En
paralelo, la frenteamplista apuesta por un cambio institucional en su
territorio: junto a un grupo de vecinos, impulsa la creación de un nuevo
municipio para la zona rural de Montevideo, actualmente bajo jurisdicción del
Municipio A. “Tenemos otras prioridades”, afirmó, subrayando que la realidad de
quienes viven en áreas rurales no siempre se alinea con las necesidades de los
sectores más urbanizados del oeste capitalino.
Patrimonio,
educación y legado
Topolansky
también anunció que, durante la próxima edición del Día del Patrimonio, se
exhibirán en la sede del MPP los regalos que Mujica recibió durante su
presidencia. Algunos objetos de valor más personal, como una tetera de cobre
obsequiada por la República Árabe Saharaui Democrática o una armónica de León
Gieco, permanecerán en la chacra.
“El
origami que me mandaron de Japón es una maravilla”, dijo con admiración al
mostrar uno de los últimos presentes que le llegó desde el otro lado del mundo.
Para Topolansky, estos gestos representan lo que significó Mujica en la
política y la cultura popular, tanto en Uruguay como fuera de fronteras.
La
educación también forma parte del legado. Frente a la chacra funciona una UTU
que este año incorporó cursos nocturnos e informática, a demanda de los propios
vecinos. El terreno fue cedido en comodato, pero Topolansky aseguró que ya está
trabajando en una donación definitiva. “Estamos dispuestos a cooperar. La
educación es lo que nos va a salvar”, concluyó.