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Daniel Queijo,
presidente de la Comisión Disciplinaria de la Asociación Uruguaya de
Fútbol (AUF) en representación de River Plate, explicó el fallo por el que se sancionó a Nacional
y Peñarol tras los hechos denunciados en la final del Torneo
Intermedio el pasado domingo 6 de julio en el Estadio Centenario.
En diálogo con el programa Hora 25 de Radio Oriental, sostuvo que
los dos clubes en sus descargos “atribuyeron la responsabilidad principal a la
policía y al Ministerio del Interior”, indicando que en reiteradas ocasiones solicitaron
presencia policial en las tribunas y no han tenido eco, “pero no hubo ningún
elemento probatorio para atenuar la responsabilidad del club”.
Hecho grave y colectivo
Para los tricolores, castigados con tres puntos (la menor cantidad
prevista en el Código Disciplinario) y cuatro partidos como locales sin
presencia de sus hinchas por un hecho “de inusitada gravedad”, confirmó que la
pena hubiera sido menor de haber colaborado con la identificación del autor del
disparo de una bengala náutica que hirió a un policía de 47 años que estaba en
la tribuna América.
“Es un hecho que nos generó una gran indignación y, de repente, eso se vio
reflejado en el fallo. Cada integrante manejó la hipótesis que entendía. En
cuanto a las sanciones, prácticamente no hubo disidencias entre nosotros. Es
probable que este hecho tan significativo haya elevado la vara de esta comisión.
Es muy subjetivo eso”, explicó.
“Siempre entendimos que estos fallos son hechos colectivos, que se
refrendan por algunos videos en los que se aprecia que un número indeterminado
de personas, pero numeroso, ingresó elementos que estaban especialmente
prohibidos. Esta acción obedece a una posibilidad de que, un grupo de
personas, esté colaborando, por complicidad o por omisión, con el responsable
del ingreso del arma y el disparo”, argumentó.
El argumento de la cañita voladora
En el caso de los carboneros, que tendrán que jugar dos partidos sin
su público y pagar una multa de 120 unidades reajustables, el motivo principal
fue el lanzamiento de una bengala hacia la tribuna Colombes en el minuto 87,
más allá de que en su defensa el club argumentó que se trató de un artículo de
libre venta.
“Peñarol dice que fue una cañita voladora, pero el informe de
la Comisión de Seguridad de la AUF indicó que se trató de una bengala
de gran volumen. No quiso decir que fue una bengala náutica porque no la
vio, pero incluso escuchamos el audio de cuando se lanzó y establece que la
bengala llevaba una velocidad importante”, expresó Queijo.
Además, de acuerdo al informe de Gustavo Mariosa, de la Comisión de Seguridad de la AUF, un proyectil lanzado desde la tribuna Ámsterdam hacia afuera del Estadio Centenario hirió a un funcionario de la Guardia Republicana que tuvo que dejar el servicio.
Reincidencia y antecedentes
Si bien aclaró que “no se aplicó el criterio de reincidencia” en
este fallo, reconoció que, “a título personal”, tuvo en cuenta algunos
antecedentes que, a su entender, “son más graves en el caso de Peñarol”,
más allá de que “en la planilla de sanciones de los clubes, Nacional tenía un
antecedente y Peñarol no”.
A los efectos formales, Peñarol no tenía antecedentes porque los
hechos de la final de la Supercopa Uruguaya el 26 de enero, cuando la
hinchada aurinegra “lanzó bengalas náuticas que pasaron muy cerca de los
jugadores e impactaron en la otra tribuna”, se consideran parte de la temporada
pasada. “Pero la diferencia con el siguiente clásico es de 15 días”, dijo
Queijo.
“Nacional tenía el antecedente de lo ocurrido en el Gran Parque
Central, donde lanzaron un encendedor que, es cierto, golpeó en la cabeza
de un jugador de Peñarol [Jaime Báez], y una petaca que cayó en la
cancha. Mirando la gravedad de los hechos, es mayor el comportamiento anormal
de Peñarol que el de Nacional”, concluyó.
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