El Municipio CH comenzó este lunes una poda masiva de árboles en calles internas de su jurisdicción, una tarea que implicará cortes de tránsito y trabajo coordinado con vecinos. La alcaldesa Matilde Antía aseguró que Montevideo arrastra “un atraso muy grande” en el mantenimiento del arbolado, y que el objetivo de esta gestión es reducirlo al mínimo.
“Arrancamos con poda masiva: cerramos una calle y podamos todos los árboles que están ahí. Si hay alguno seco o podrido, se extrae”, explicó la alcaldesa en rueda de prensa consignada por Teledoce.
La poda de las avenidas está a cargo de la Intendencia de Montevideo, pero desde la creación de los municipios, las calles internas quedaron bajo responsabilidad local. Según Antía, el traspaso no vino acompañado de los recursos necesarios: “Es desproporcionado el presupuesto que tenemos los municipios. A ninguno nos da para poder podar todo”, sostuvo.
En 2025, el Municipio CH destinará casi $ 35 millones a esta tarea, el mayor presupuesto desde su creación. El monto casi duplica lo invertido en 2022. “Lo hablamos en campaña: nuestro foco es la limpieza y el arbolado. No es un tema muy marquetinero, pero sí un problema diario”, dijo Antía.
Las calles elegidas se definen a partir de criterios técnicos, reclamos vecinales y consultas a consejos barriales. Se priorizan aquellas con árboles especialmente frondosos —por seguridad e iluminación— y aquellas donde no hay registro de poda en años.
Cada intervención se avisa con anticipación. El día anterior, la empresa que realiza la poda deja un aviso en papel para pedir que no se estacione en la zona. “Si hay muchos autos, eso obviamente va a retrasar el trabajo”, indicó.
Además de las mejoras urbanas, hay un componente ambiental y social: las ramas retiradas se reutilizan como abono en la planta de Tresor, y parte se entrega como leña a vecinos, si están en buen estado. “El año pasado en La Blanqueada podamos y hubo una guerra por la leña impresionante”, recordó la alcaldesa.
Quienes detecten árboles en mal estado deben hacer el reclamo. “Es la única forma que tenemos de enterarnos. Salvo que sea de oficio, necesitamos el aviso del vecino”, dijo. Un equipo técnico inspecciona el árbol, realiza un diagnóstico y determina si requiere atención inmediata.
La meta, aseguró Antía, es alcanzar el “atraso cero” en la poda. “Queremos seguir mejorando para que todos los vecinos estén contentos”, concluyó.