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La delegación de Peñarol llegó al hotel Sheraton Buenos Aires
Greenville Polo & Resort este domingo pensando en el partido del martes
frente a Racing por la vuelta de los octavos de final de la Copa
Libertadores, buscando defender el 1-0 logrado en el encuentro de ida.
La elección del hotel llamó la
atención por estar alejado del centro de Buenos Aires. Se ubica en la
localidad de Hudson, en el partido de Berazategui, y era “el más caro”
entre las opciones que barajó el club, según reconoció el vicepresidente y
tesorero, Eduardo Zaidensztat
“Pregunté las ventajas y la primera es que está alejado, situado en un
barrio privado. Si la gente de Racing quisiera venir de noche a molestar y
tirar fuegos artificiales para que nuestros jugadores no duerman, no lo pueden
hacer”, dijo Zaidensztat a El Espectador Deportes.
“Lo segundo es que tiene tres canchas de fútbol habilitadas por FIFA. Tiene
un gimnasio espectacular y es un hotel divino. La otra vez fuimos a un hotel
donde los jugadores más altos entendían que las camas eran chicas, y el hotel
no tenía otras. Este hotel funciona muy bien”, destacó.
“El hotel está alejado del centro, del ruido, y nos viene muy bien para que
estén todos concentrados y pensando exclusivamente en el partido”, agregó el
vicepresidente carbonero, aunque aclaró que el movimiento que el plantel
realizará en la tarde del lunes no será en el predio que los hospeda, sino en Defensa
y Justicia.
“Si bien acá tienen canchas habilitadas por FIFA, nos pidieron ir a hacer
el entrenamiento a un lugar secreto. Peñarol tiene un chárter de 170 personas y
está la prensa. Diego [Aguirre] quiere estar en un lugar
tranquilo y pidió que ni los dirigentes fueran a la práctica”, contó.
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