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Continúan aún 21 hinchas de Peñarol detenidos en Río de
Janeiro por los incidentes con la policía el pasado miércoles 23 de octubre en
la previa del partido que el Carbonero jugó frente a Botafogo por la ida de
semifinales de la Copa Libertadores. En la revancha la parcialidad pidió su liberación
e incluso los jugadores aurinegros mostraron una bandera que rezaba “libertad
para los pibes”.
La situación es “compleja”, según detalló el abogado de
todos ellos, el Dr. Rodrigo Rey, pero fue claro: “Tenemos la verdad de nuestro lado”.
Los 21 están con prisión preventiva y “en este tipo de casos la visibilidad es
crucial”. “La prensa se Brasil ha jugado un rol preponderante para construir
esta causa, porque es construida sobre una investigación policial muy inflamada
por el diario Globo y es importante en este lado escuchar la otra versión”,
dijo.
Con respecto a los delitos de los que son acusados, indicó: “Los
casos son disímiles”. “Estamos trabajando intensamente con Jorge [Barrera] en
desmalezar qué tipo de delito permitiría buscar una solución alternativa a la prisión
preventiva en cada uno de los casos”, añadió en diálogo con el programa 100%
deporte de radio Sport 890.
“La policía, en un caso de gresca colectiva, carga ocho o
nueve delitos en el sistema, como si fuera casi automático; es casi un copy y
paste”, apuntó, y agregó: “Esto no quiere decir que no haya suficiente para que
un juez disponga la prisión preventiva, pero cada una de las hipótesis son
distintas”.
“Las diferencias sustanciales son en aquellos casos en los
que hay o no violencia física contra personas o cosas, y en los que se aplica el
delito de injuria racial, cuyas consecuencias judiciales son devastadoras”,
siguió. “Es muy difícil penalizar delitos de discurso en un contexto defensivo.
Cualquier persona que se está defendiendo acompaña con un insulto. Es paradójico
que se aplique tan livianamente el ‘estatuto del torcedor’ con situaciones que
se dieron fuera del estadio”, ahondó.
“Es muy liviana la investigación de la policía. No hubo cadena
de custodia de la prueba, que es cuando través de una cámara
de seguridad hay una identificación a un compatriota nuestro, por ejemplo, cometiendo
un delito de hurto, que eso esté preservado, con testigos que preserven el
momento en los que se retiran los casets de la filmación y se ponen en un sobre
sellado. Nada de eso sucedió. Hicieron un copy y paste con fotos de la prensa
en las que no se identifican a los que supuestamente cometieron esos delitos”,
aseguró.
“Ninguno” de los detenidos “está identificado claramente” y “la
teoría de la policía de Brasil es que hubo una asociación para delinquir que se
llama “torcedores do Peñarol”, ni siquiera le llaman como se llaman las barras”.
“El elemento que identifica ser pate de esta banda es ser hincha de Peñarol, es
absurdo”, complementó.
“Lo que dice la policía de Brasil es que cada uno de los
hinchas de Peñarol, con sus conductas desalineadas a las reglas de convivencia,
fueron generando un clima que estuvo planificado para provocar vandalismo y
desestabilizar la seguridad de todo Río de Janeiro”, contó, y reveló: “Las personas
que fueron liberadas no sufrieron torturas, pero sí soportaron conductas que
van más allá de los estándares de los tratos degradantes, como privación de
agua potable, insultos o golpes que no llegan a tortura”.
Sobre los rumores que indicaban que la policía secuestró los
celulares de los detenidos para borrar fotos y videos, y que además los
hicieron firmar un documento asegurando que no fueron maltratados, dijo: “Es
una practica habitual, incluso en Uruguay”.
Historias de vida
“El único gesto humanitario” fue liberar a “un paciente oncológico”,
pero “dejaron preso a un chico que tiene una divergencia cognitiva severa, que
tiene una dificultad para expresarse y comunicarse, y que tiene un problema
auditivo”. “Está preso porque no logró identificarse en el interrogatorio
policial, y lo interpretaron como un desacato. Esto es autoritarismo puro y
duro; en Uruguay sería prácticamente inimputable”, continuó.
“Hay chicos que vienen de la educación privada y otros que
no, hay padres de familia que están esperando para ver cómo gestionan el cobro
de su sueldo de este mes para poder mantener a su familia, y hay personas que
ven peligrar su fuente de trabajo. No hay personas con trayectoria delictiva
cargada”, mencionó.
Luego se refirió al menor de edad que está detenido: “Ayer
los papás lo vieron por primera vez. Viajaron con un esfuerzo enorme”. “Estamos
interesando a gente del Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas”,
pero “Brasil es un estado muy potente y si pensamos que alguien puede ejercer
algún tipo de presión sobre el Poder Judicial de Brasil, que metió preso a un
presidente, somos ingenuos”.
“Ni siquiera hicieron inteligencia policial para detener a
organizadores o personas que en la cúspide de una organización sean la voz de
mando”, comentó, y aseguró que la cárcel “es de calidad”: “Están en un pabellón
en el cual dentro hay un módulo que es más orientado a extranjeros”.
Con respecto a lo que se viene, indicó: “Algunos casos
pueden requerir audiencia, pero el resto sería por una escrito que tenemos que
presentar para que haya resoluciones”. Y cerró hablando de la intervención del
gobierno uruguayo: “Están con voz desde el minuto uno. La Cancillería está a la
altura del asunto”.
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