En febrero pasado,
la plataforma de contenido audiovisual Netflix adelantó que modificaría su
política de uso. En concreto, advirtió que inhabilitaría que personas situadas
en diferentes sitios compartan una misma cuenta, algo que hasta ahora hacen
numerosos usuarios del servicio.
Semejante advertencia
no cayó bien a los clientes, y en todo el mundo se produjeron comentarios
desfavorables a la medida. Finalmente, en los últimos días Netflix confirmó esa
medida en un centenar de países, entre los que incluye Uruguay.
Desde ahora, los
suscriptores pueden agregar usuarios adicionales a cambio de pagar un precio
más alto, o transferir perfiles de visualización a cuentas separadas.
Según la web de
la plataforma, el plan básico tiene un costo mensual de US$ 8,99 ($ 350), el
estándar de US$ 12,99 ($ 500) y el premium de US$ 15,99 ($ 620). Para cada cupo
de “miembros extras” deberá abonarse US$ 3,99, unos $ 150, y está habilitada
para los planes estándar y premium.
Ante ese nuevo
anunció, esta semana se replicó un fenómeno que ya había sucedió en febrero cuando
Netflix hizo la primera advertencia: la viralización de tuit de 2017 que, a la
luz de la nueva política de la empresa, puede decirse que envejeció muy mal.
Love is sharing a password.
— Netflix (@netflix) March 10, 2017
“Amor es compartir
una contraseña”, dice la publicación, que en los últimos meses no ha hecho que
acumular respuestas sarcásticas.
El viejo tuit
se hizo tan viral que hasta Amazon Prime, competidor de Netflix, vio la ocasión
de sacar partido y le dedico una elocuente respuesta gráfica. En la imagen se
ve el menú de inicio con la habitual pregunta “¿Quién está mirando?”, y la
respuesta es “ Todos los que tienen nuestra contraseña”, y un corazoncito.
https://t.co/dHgkuwiuHB pic.twitter.com/PkFhbOoWNd
— Prime Video UK (@primevideouk) May 25, 2023
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