Montevideo Portal
El artista y ensayista Óscar Larroca realizó un descargo tras dichos del director nacional de Educación, Gabriel Quirici, quien planteó la posibilidad de incorporar elementos como un tamboril o un mate al escudo nacional.
En una primera reacción que compartió con algunas personas de su confianza, Larroca comparó la sugerencia “de incrustar un tamboril —u otro objeto “identificatorio de nuestra identidad” (sic)— en el escudo nacional” con los intentos de cambiar la elección de la Reina del Carnaval o la letra de la canción infantil Arroz con leche, y la enmarcó dentro de lo que denominó “impostergables ‘reparaciones culturales’”.
“No deja de ser pintoresco —y patéticamente previsible— que los mismos gurús que postean soflamas contra el ‘cine chabacano de Francella’ en nombre del sacrosanto ‘cine de autor’ (a veces también llamado ‘cine culto’ o ‘intelectual’) sean los que, a renglón seguido, se sienten autorizados a reescribir canciones infantiles o tunear símbolos patrios como si fueran grafiteros iracundos”, apuntó Larroca.
“Varios de esos posteos replican con entusiasmo las bromas de periodistas que se ríen de las declaraciones del propio Francella. Entre ellos, un conspicuo abanderado del ‘cine culto’ que es la pareja de Lali Espósito (esta última oración no es necesariamente Ad -Hominem, pues se trata del mismo periodista que festeja el arte populista más grasa)”, agregó.
En comunicación con Montevideo Portal, el ensayista puntualizó que se trató de una primera reacción, y señaló que el tema puede dar para una exposición más profunda en el futuro.
En sus palabras, Larroca también apuntó a que “más allá de la anécdota, lo que subyace es otra gimnasia”.
“Francella, culpable de no venerar al kirchnerismo, debe ser despachado al purgatorio del mal gusto, sea bueno o malo lo que haga: eso no interesa. De paso, se borra con el codo cualquier arte popular incómodo para subirse al carro del ‘cine de autor’, mientras se declama que ‘hay que darle a la comunidad la identidad que reclama’ (sic)”.
“Lo dicho por Glauber Rocha sobre la distancia entre arte popular y populismo se vuelve profecía. Los responsables de la cultura, entre una defensa al ‘arte culto’ y su aprobación a la ‘cultura popular’, terminan tratando al público como idiotas”, agregó Larroca.
De este modo, el ensayista aludió a recientes expresiones de Quirici, quien en declaraciones a El Observador planteó: “Los símbolos [patrios] responden a una etapa histórica, pero deberían ir incorporándose en la evolución de lo social, cultural y demográfico elementos que no estuvieron, como el escudo era un escudo de armas y después se convierte en un símbolo civil. Quizás debería revisarse si hay elementos que tienen que ver con la cultura que podrían agregarse, como el mate, el tamboril, la conexión con la costa. Tendríamos que ampliar sin romper con las tradiciones”.
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