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Este lunes no fue un día más en la vida de Matías Mederos, el estudiante de meteorología que subió el cerro Catedral en busca de conocer la nieve. A sus 25 años, se describe como un “cazador de tormentas y fenómenos extremos”, pero aclara que se encuentra “un poco más allá de la mitad de la carrera”.
Las bajas temperaturas provocaron fenómenos naturales a lo largo y ancho del país, con termómetros que registraron sensaciones térmicas de -8 °C en varias zonas de Uruguay. Por eso, Mederos emprendió viaje a Punta del Este para pasar la noche y, el lunes a primera hora, viajó rumbo al municipio de Aiguá, al norte de Maldonado, en busca del fenómeno.
“Fuimos al cerro Catedral porque es el punto más alto del país, con 514 metros”, relató, y precisó que “a medida que subíamos, la temperatura bajaba: pasamos de 5 °C en la base a 1,1 °C en la cima”. De todas formas, acotó que “cuando empezó a precipitar aguanieve, la temperatura descendió aún más hasta 0,6 °C”.
Una de las polémicas que se generó alrededor de este hecho es si realmente nevó o si cayó aguanieve y graupel. “Sostengo que lo que vimos fue nieve y no graupel; lo conozco bien y esto no era eso”, remarcó.
“El momento fue pura emoción y alegría, porque estábamos esperando ver nieve”, agregó, y sostuvo que “la experiencia fue alucinante”. De todas maneras, remarcó que no cree “que se repita una situación igual en los próximos días; fue un caso bastante particular”.
La pasión por la meteorología no es nueva en la vida de Mederos: “A los dos años ya preguntaba por qué se detenía el viento; mi interés viene desde que tengo memoria”.
Pese a no tener ningún antecedente familiar vinculado a la meteorología, recordó que, con cuatro años, movilizó “a todo el salón del jardín para que vieran una tormenta eléctrica”. “No sé de dónde salió esta pasión”, reconoció.
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