Por Gonzalo de León

Enviado desde La Plata

“Fue un partido divino desde que salimos a la cancha y sentimos el apoyo de
nuestro público. Sabíamos que era un partido lindo, muy duro, y por suerte
pudimos sacarlo adelante”, dijo Fabricio Díaz tras el 4-0 de Uruguay sobre Irak
en su debut por el Mundial sub-20 de Argentina.

“Salir a la cancha y ver gente de tu país alentando y sintiéndose local te
hace sentir local. Estoy agradecido con mi familia, que estaba ahí”, comentó,
aunque aclaró: “Si bien es un plus que esté nuestra gente apoyando, no nos
puede sacar del foco porque el partido lo jugamos nosotros”.

El comienzo no fue sencillo, con un primer cuarto de hora dubitativo desde
el juego, pero lo atribuye a “los nervios del debut”. “Creo que le pasa a
cualquier jugador que juega en Mundial. No es fácil manejar los nervios del
debut de un Mundial, pero por suerte el equipo ayudó que se calmara eso y poder
realizar nuestro juego”, destacó.

El mediocampista central de Liverpool agregó que “vestir la camiseta de tu
país y representarlo en un Mundial es algo que se sueña desde chico”. “Hoy no
tengo palabras y lo estoy disfrutando muchísimo”, sostuvo, ya con la mente
puesta en el partido del jueves a las 15 horas frente a Inglaterra, otra vez en
La Plata.

“Tenemos todos claro que hay que descansar y pensar en el partido que viene,
que será durísimo”, dijo, y afirmó que la recuperación con menos de 72 horas de
descanso “está en la cabeza”. “Hay que saber cambiar el chip lo antes posible.
Ahora tenemos un rato con la familia y ya mañana nos enfocamos en el rival que
viene”, indicó.

Por último, reconoció que “sería lindo” que se concretara su pase al
Barcelona, como se rumorea, aunque dice no saber más que lo que lee en redes
sociales. “Eso lo manejan mi representante y mi club. Yo estoy totalmente
enfocado en hacer un gran Mundial. Quiero ganar el Mundial con Uruguay y
primero me quiero enfocar en eso. Después que pase, se verá lo que sucede”,
concluyó.

Por Gonzalo de León





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