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Bayern
Múnich sólo necesitó un cuarto de hora para imponer en el marcador su
incontestable superioridad sobre el terreno contra el Heidenheim, al que
derrotó sin demasiada exigencia y a toda velocidad para confirmarse como el campeón
de invierno.
Por la
15ª fecha de la Bundesliga, el equipo dirigido por el belga Vincent Kompany se
impuso 4-0 y llegó a 13 victorias sobre un total de 15 presentaciones. Tiene 55
goles a favor, le metieron 11 y todavía no perdió. Su escolta, el Borussia
Dortmund, se ubica a nueve unidades, diferencia que intentará recortar a partir
de la reanudación de la actividad el próximo 9 de enero.
Dos goles en el primer tiempo de Josip Stanisic (15’) y Michael Olise (32’) y
otros dos al final del partido de Luis Díaz (86’) y Harry Kane (92’)
concretaron el triunfo del actual campeón, potente al comienzo, relajado
durante casi todo el desarrollo y concluyente en el desenlace, que sirvió para
que su goleador inglés llegara a 19 tantos en el certamen.
El Bayern es hoy por hoy inalcanzable para el resto. Su aspecto de campeón es tan reconocible que todo parece ya una rutina, a veces incluso un trámite, para un equipo que lució contra el Heidenheim, el penúltimo de la clasificación, con la misma voracidad de siempre, absolutamente dominador desde el inicio, volcado sobre el área.
El gol fue una cuestión de tiempo desde el primer segundo. Tan cerca jugaba del arco rival, con tantos recursos como tiene a su disposición Kompany (este domingo, los cuatro componentes del frente de ataque eran Michael Olise, Lennart Karl, Luis Díaz y Harry Kane), que la sensación fue inequívoca hasta que lo consiguió y más allá.
Olise de nuevo participó en los dos primeros goles. En el primero, con el córner ejecutado al segundo palo. Jonathan Tah lo retornó al primer poste, donde Stanisic saltó más que nadie y anotó. En el segundo, el extremo francés fue la culminación de un barullo, unos cuantos rebotes y una carambola, para sellar el 2-0 al descanso.
Se sintió tan ganador el Bayern que bajó sus revoluciones en la segunda mitad, más relajado, contemplativo y apurado por su adversario, que estrelló incluso un remate en el travesaño, por medio de Schimmer, en el minuto 56. Fue apenas una advertencia entre la presión del Heidenheim, que tuvo unas cuantas opciones para sentirse todavía dentro del partido.
Jugó entonces con fuego el Bayern, sostenido por Urbig en determinados momentos clave, que habrían complicado al conjunto bávaro, con el debut oficial del centrocampista portugués de 18 años David Santos Daiber y con más minutos de rodaje para Davies, tras la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla sufrida el pasado marzo con su selección.
La forma con la que el arquero de 22 de años, el relevo natural de Manuel Neuer (39 años), frustró con la tibia de la pierna izquierda la volea clarísima de Schimmer, ciertamente demasiado centrada, protegió la ventaja en el marcador y en la clasificación del campeón de invierno de la Bundesliga, en el que también se estrenó el defensa de 16 años Cassiano Kiala y que aceleró al final con los goles de Díaz y Kane.
EFE / FútbolUy
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