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Con un empate sufrido 1-1 ante el Auckland City, un equipo
semiamateur de Nueva Zelanda, Boca Juniors de Argentina se despidió del
Mundial de Clubes en una tarde en Nashville tan gris como la actuación
de la popular escuadra xeneize.
Una suspensión de cincuenta minutos debido a una alerta de
«tormenta severa» provocó que los hombres de Miguel Ángel Russo
disputaran buena parte del segundo tiempo sabiendo que no tenían ninguna
chance de continuar en el renovado torneo de la FIFA.
El Benfica de Portugal y el Bayern de Múnich, que cayó 1-0 con los
lusos en Charlotte, se quedaron con los dos pasaje a octavos de final
del Grupo C.
No pudo el equipo de Russo, con Cavani y Merentiel en cancha, contra el modesto Auckland City, ya eliminado del torneo
tras perder por 0-10 contra el Bayern Múnich y por 0-6 ante el Benfica.
El equipo argentino tuvo más del 70 % de posesión y consiguió once saques de esquina
en tan solo la primera mitad, pero la lluvia de centros no sirvió de
mucho. Aunque si es verdad que el 1-0, un desafortunado gol en propia
meta de Nathan Garrow llegó de un córner.
Y las opciones del Xeneize se diluyeron en la segunda mitad,
cuando a los siete minutos Christian Gray logró la inesperada igualada
con un cabezazo tras saque de esquina.
Precaución por la posible «tormenta eléctrica» y reanudación del encuentro. Russo dio paso a Giménez por un
Cavani poco protagonista y a Braida por Alan Velasco, aunque el guión
del partido no cambió. El VAR anuló un gol a Merentiel a la hora de
juego por un toque con una mano de Zenon y Boca siguió con una presión
constante, pero estéril hasta el final, para convertirse en el primer equipo sudamericano eliminado.
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