El Ministerio de Relaciones Exteriores expresó “su más
enérgica condena ante los atentados perpetrados contra ciudadanos israelíes en
la última semana”.
“Uruguay reitera su profundo repudio a todo acto de
terrorismo, convencido de que no existen razones de índole política,
ideológica, filosófica, religiosa, étnica, racial o de otra naturaleza que
justifiquen este tipo de actos”, dice el comunicado de Cancillería difundido
este miércoles, y agrega que la república “extiende sus condolencias hacia los
familiares de las víctimas y expresa su solidaridad con el pueblo y las
autoridades de Israel”.
Al menos cinco personas murieron este martes en ataques
armados en una ciudad cercana a Tel Aviv, informaron los servicios médicos
israelíes, en el tercer suceso de este tipo en este país.
Residentes de Bnei Brak, una ciudad judía ultraortodoxa, y
de la vecina Ramat Gan señalaron al anochecer que un individuo abrió fuego
desde su coche contra los transeúntes antes de ser abatido por la policía.
El cuerpo de seguridad no divulgó su identidad, aunque los
medios israelíes señalaron que un palestino de la Cisjordania ocupada, que
había pasado cuatro años en prisiones israelíes, estaba vinculado al ataque.
Según estos medios, su nombre era Diaa Hamarshah.
«Hemos registrado que desgraciadamente cinco personas
murieron» en esos ataques cometidos en dos lugares de Bnei Brak, precisó
Elie Bin, director del Magen David Adom, equivalente israelí de la Cruz Roja.
Palestinos e israelíes
El presidente palestino Mahmud Abas, que controla la
Cisjordania ocupada, emitió una inusual condena de los ataques.
«El asesinato de civiles palestinos e israelíes solo
agrava más la situación, cuando nos estamos esforzando por alcanzar la
estabilidad», declaró en un comunicado transmitido por la agencia oficial
palestina Wafa.
El primer ministro israelí, Naftali Bennett, al frente de
una diversa coalición de gobierno que agrupa desde judíos nacionalistas hasta
árabes, afirmó que el país «se enfrentaba a una ola de terrorismo
asesino».
Bennett también anunció una reunión de los principales
responsables de seguridad del país para revisar la situación.
La policía desplegó numerosos efectivos en Bnei Brak en la
noche, constataron periodistas de AFP en el lugar del ataque, que todavía no ha
sido reivindicado. También anunció un refuerzo de sus efectivos en Cisjordania.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, y
el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, condenaron lo que llamaron
«ataque terrorista».
«Esta violencia es inaceptable. Los israelíes, como
todas las personas del mundo, deberían poder vivir en paz y sin miedo»,
dijo Blinken.
Ataques yihadistas
Los asesinatos del martes suponen el tercer ataque mortífero
en Israel en una semana, que ha dejado un balance de 11 víctimas mortales,
además de los perpetradores abatidos por la policía.
«Es triste y da miedo, esto nunca había pasado en Bnei
Brak. No es posible que en menos de una semana tengamos 11 muertos en tres
ciudades distintas», dijo a AFP Shira, una camarera de 25 años que vive en
esa localidad.
El domingo pasado, dos policías murieron baleados en la
ciudad norteña de Hadera. El atentado fue reivindicado por la organización
yihadista Estado islámico (EI), que desde 2017 no se adjudicaba oficialmente
ningún ataque dentro del Estado hebreo.
La policía israelí identificó a los dos comandos que
participaron en ese ataque como ciudadanos árabes israelíes miembros del EI e
indicó que fueron abatidos.
El 22 de marzo, una persona vinculada al EI mató a
cuchilladas y con un vehículo kamikaze a cuatro israelíes, dos hombres y dos
mujeres, en la ciudad de Beersheva, al sur de Israel.
El atacante fue identificado como un profesor condenado en
2016 a cuatro años de cárcel por planear viajar a Siria para luchar junto al EI
y por apología de esa organización.
Tras el ataque del domingo pasado, los movimientos
islamistas armados palestinos Hamás y Yihad Islámica celebraron «la
heroica operación de Hadera», sin reivindicar no obstante la autoría del
ataque.
Hamas, que gobierna la Franja de Gaza, estimó que se trataba
de una «respuesta natural y legítima a la ocupación» y a los
«crímenes» de Israel.
Ese segundo ataque coincidió con un histórico encuentro
entre el ministro israelí de Exteriores y sus homólogos de los cuatro países
árabes con relaciones diplomáticas con Israel, además del estadounidense
Blinken.
Estos atentados se producen en un momento de numerosas
reuniones para tratar de apaciguar las tensiones antes del Ramadán, el mes de
ayuno musulmán que se iniciará este fin de semana.
Durante el Ramadán de 2021, los enfrentamientos entre
fuerzas israelíes y manifestantes palestinos en Jerusalén, sobre todo en la
Explanada de las Mezquitas, desencadenaron una guerra sangrienta de 11 días
entre el Hamas y el ejército israelí.
Con información de AFP, elaborada por Alexandra Vardi y
Guillaume Lavallee, quien se encuentra en Jerusalén
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