La primavera iniciada el pasado 21 de setiembre —o el 22, para los puristas de la astronomía— estuvo marcada por una gran amplitud térmica y cambios de temperatura bruscos y notorios, fenómeno que el meteorólogo Guillermo Ramis denominó coloquialmente como “subibaja”.
Esta mañana, en su espacio matutino en Informático Sarandí, el profesional hizo su pronóstico habitual para el corto plazo, y se atrevió a aventurar la situación para las fiestas de fin de año, e incluso más allá.
En ese sentido, el experto reconoció no ser muy amigo de los vaticinios a largo plazo, por lo que su proyección no puede considerarse un pronóstico en sí mismo.
Según Ramis, si se mira desde hoy hacia el final del mes, en Nochebuena y Navidad no habría lluvias, y las temperaturas máximas serían respectivamente de 26 y 30 grados.
Lamentablemente, esa situación no se repetiría una semana después. De acuerdo con lo adelantado por Ramis, el 31 de diciembre el tiempo no presentaría incidentes, pero la situación cambiaría el 1º de enero, con “chaparrones y alguna tormenta”.
El verano ya no es lo que era
Acerca del primer mes del año, el meteorólogo aportó novedades poco gratas para los fanáticos del calor, pero quizá agradables para quienes son más moderados en sus preferencias climáticas.
Según adelantó, en enero se podrían registrar algunos días con máximas “de 32 o 33” grados. Sin embargo, la tónica del mes estará bastante por debajo de esas cifras y tendrá como protagonista “otra vez al subibaja” de temperaturas.
Por ello, a lo largo de diciembre y enero, resultará prudente no archivar del todo las prendas de abrigo y llevar siempre alguna prenda “de refuerzo” por si el mercurio baja de modo intempestivo.