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Noticias Nacionales

cómo abordar la muerte y el duelo en los centros de estudios

todayseptiembre 6, 2025

Fondo


Por Valentina Temesio

No es una novedad que en Uruguay la muerte sea un tema tabú. Que se ignore no significa que no ocurra, que no atraviese a las personas que pierden a un ser querido o alguien que era parte de su día a día.

 Que la vida cambie. En las últimas semanas, las
muertes de menores de edad fueron noticia
: el asesinato de Luna y el de Alfonsina y Francisco a manos de sus padres, y los hermanos de 2, 7, 13, 15 y 17 años —cuya identidad aún se
desconoce— que murieron en un incendio en Villa Española.

En todos los casos, la Administración Nacional de Educación
Pública
(ANEP) brindó apoyo psicológico a estudiantes y padres de los
centros de estudio a los que acudían las víctimas
. Pero ¿de qué forma se abordan en Uruguay la muerte y el duelo en las instituciones?

El docente Juan Pedro Mir, que centró sus estudios de
doctorado en los procesos de duelo y el acompañamiento
educativo a niños, niñas y adolescentes que reciben cuidados paliativos
, sostuvo
en diálogo con Montevideo Portal que Uruguay está en una etapa en la que “la muerte y el duelo se visualizan como fenómenos” que empiezan a tratarse “en
las instituciones educativas”, tanto como los nacimientos, los descubrimientos de
nuevos procesos o los conflictos.

Sin embargo, dice el exdirector de Educación durante el
último período de Tabaré Vázquez
, en la cultura uruguaya —como en la cultura occidental en general— la muerte ha sido tratada como “un fenómeno sacado de la
vida cotidiana
”.

De la muerte no se habla en público, se tapa, y eso es un
poco lo que ha sido la modernidad en torno a la muerte del duelo”, afirma. En la actualidad,
de la mano de “discursos de la inclusión, de la vinculación, de la sensibilidad
de los niños y los jóvenes, con trabajo con las emociones, aparece este tema
planteado”.

Para el educador, contemplar la muerte con naturalidad “es un desafío
más que interesante para visualizar el tema y hacer estrategias de carácter
institucional y pedagógico”.

A la hora de tratar fallecimientos abruptos y sus duelos,
las instituciones deben tomar medidas que den contención a las comunidades
afectadas. Lo “primero” es “asumir que hay un hecho que estalla y que cambia la
realidad
, no solo de la familia involucrada, de la clase involucrada, sino del
conjunto de la institución”.

Lo segundo, dice el experto, es que los centros de estudio
“deben evitar tapar esa situación y no hablar las cosas por su nombre”.
Para
ello, no se debe hacer énfasis “en detalles escabrosos ni detalles morbosos”,
pero sí “es necesario que la voz de la institución esté presente”.

Una manera para sobrellevar este tipo de situaciones es “mostrando
respeto” e iniciar “un proceso en el que se cometan acciones de acompañamiento,
sobre todo los niños y jóvenes que están con esos chiquilines que han sufrido
situaciones de violencia y de muerte en su clase y en su generación”.

“Pero, aparte, entendiendo que hay hermanitos también; que
hay hermanos, que hay primos, que hay actores, que hay padres. Hay una comunidad
que está completamente afectada”
, expresó Mir.

Los centros de estudio deben “crear un discurso claro” y
estar “atentos” a las reacciones de los niños, los jóvenes y los docentes.
Para un educador, “el fallecimiento de un alumno es un antes y un después en
su carrera”, explicó el exjerarca.

El apoyo, entonces, debe ser integral, a través de prácticas
y acompañamientos diarios que ayuden a “poner el tema en palabras, a traer al
compañero en palabras, a hablar de la muerte que ha sucedido, a generar instancias de recuerdo a lo largo del proceso”.

“La muerte se habla: se habla con amor, se habla con
compasión, se acompaña, y la institución debe formar parte de ese proceso”,
insistió
el especialista. En ese sentido, Mir reflexionó sobre el día después y la necesidad
de que la escuela “muestre señales” y “que no continúe todo como está”.

El experto también sugiere que, con el paso del tiempo, los
centros de estudios incluyan a las familias de los fallecidos en la comunidad
para homenajearlos y mantener su “memoria presente”.

Casos de asesinatos violentos

Los niños, niñas y jóvenes no están exentos de estar en contacto
con muertes violentas
. Para ello, es necesario que estén contenidos: “la voz
de la escuela para reconocer el hecho es muy importante”.

“Estos detalles escabrosos están presentes muchas veces en
las comunicaciones informales, agrandando los hechos o llenando de mayores
niveles de violencia”, destacó Mir. De ese modo, el exdirector de Educación subrayó
la importancia de “que haya una claridad en la información a la comunidad
educativa y que vea que la institución aborda el tema y acompaña con medidas de
respeto, de acompañamiento y de explicación de la situación”.

Para este tipo de situaciones, también es vital que las
personas que transiten el duelo sean incluidas en “los procesos de reeducación
y de contemplación de derechos, de acompañamiento y de construcción de
relaciones”.

La prevención

La pedagogía propone abordar la temática de forma previa a que suceda e impacte en la comunidad y recomienda “asumir que está en
la vida de los niños y los jóvenes todo el tiempo”.

Según Mir, los fallecimientos se pueden trabajar con
actividades “interdisciplinares”: desde la biología, la literatura, el arte, los
derechos, la geografía; abordando temas vinculados al conocimiento y al
acercamiento de los niños, de acuerdo con la edad que tienen, a la muerte y a duelar.

El desafío de ampliar la formación para educadores

Mir considera que, si bien la literatura comparada muestra “buenas
experiencias” a la hora de afrontar muertes y duelos en centros educativos, se
trata de “un desafío para el conjunto del sistema uruguayo”.

Es que para que los educadores puedan contener a sus
estudiantes que atraviesan un duelo, también deben comprender su vínculo con la
muerte
y desde qué óptica pueden abordarla.

Yo no puedo abordar temas vinculados a la muerte y al duelo
si no tengo resueltos determinados temas con la muerte y el duelo.
Ese es un
punto nada menor. Es un tema que se debe hacer en comunidad, con formación, con
capacitación”, sostuvo el exjerarca.

El experto insistió en que según cómo el docente o profesor se
“lleve con la muerte” será cómo va a “poder poner en palabras” estrategias para
que sus alumnos sean conscientes de que “la muerte existe, que es un fenómeno
natural, que tiene consecuencias emocionales en los actores y que el duelo
forma parte de la vida”.

En ese sentido, el exdirector de Educación ratificó que los
centros educativos deben hablar “de forma muy compasiva” con los menores
afectados, así como también “respetar los tiempos de construcción del duelo, lo
que se dice y lo que no se dice, y acompañar para poner en palabras muchas
veces el silencio que es opresor”.

Hablar de la muerte no significa exponer a los niños y a los
jóvenes, pero sí puede permitir que durante su proceso de duelo reciban la contención
para abordarla. “En un contexto en el que la violencia contra los niños y los
jóvenes se sostiene, las instituciones educativas deben tomar este desafío en
forma orgánica
”, indicó Mir.

El experto considera que para que los docentes estén
formados en el abordaje del duelo y de la muerte es necesario que también esto se
convierta en una política de Estado, de formación, tanto en nivel inicial como de forma permanente, porque “el mayor problema es cuando no se aborda el tema”.

Por Valentina Temesio





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Escrito por hiperactivafm


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