Nos encanta meternos al océano en verano, refrescarnos en las frías aguas del Atlántico y disfrutar. Pero hay algo que nos preocupa: las aguavivas.
Primero: NO LAS MATES. Son animales que viven en el agua, nosotras/os nos metemos en su hábitat, no nos atacan porque quieren. Si ves una, simplemente alejate o salí.
Ahora sí, consejos para aliviar el roce de las aguavivas.
Lo primero es enjuagar la zona afectada con agua de mar, nunca con agua dulce. Retirar los filamentos incrustados en la piel, si quedaron. También se puede recurrir al viejo truco de ponerse arena mojada, pero eso solo alivia un poco, por la sensación fría que genera.
Cuando te vayas de la playa lava la zona con bicarbonato de sodio durante un mínimo de 30 segundos. Después, apoya paños fríos sobre la piel durante media hora. Si el dolor persiste, aplica el tratamiento contrario: agua bien caliente sobre la piel.
Es importante que prestes atención a las reacciones de tu cuerpo, ya que hay tipos de aguavivas y medusas con cargas de veneno más altas que pueden generar fiebre, dolor de cabeza y mucha picazón.
Si es necesario, consultá con profesionales de la medicina.
Aguavivas
En la costa uruguaya podemos encontrar diversas especies de aguavivas y medusas con formas y tamaños variados, inclusive dentro de una misma especie. Forman parte de distintos subgrupos: las aguavivas o medusas verdaderas (escifomedusas), las tapiocas y medusas reloj (hidromedusas), la fisalia y afines (sifonóforos) y las cubomedusas.
Desde hace siete años existe en Uruguay la Red de Avistamiento de Medusas (RAM), que trabaja en el relevamiento de las especies que aparecen en las costas. Es un trabajo liderado por Alicia Dutra y Gabriela Failla en colaboración con los guardavidas. Gracias a este proyecto los guardavidas son capacitados para identificar las distintas especies, conocer su toxicidad y el tratamiento a realizar en caso de lesiones.
Comments