Un hombre de 51 años, con un tatuaje hebreo en el cuello y obsesionado con el Antiguo Testamento, fue arrestado en Arizona tras crucificar a un pastor cristiano y colocarle una corona de espinas.
Según informó The Independent, en una confesión a cámara desde la cárcel, Adam Christopher Sheafe admitió que el crimen fue solo el comienzo de una campaña de asesinatos religiosos que él mismo denominó “Operación Primer Mandamiento”.
La víctima fue el pastor William “Bill” Schonemann, de 76 años, líder de la New River Bible Chapel, asesinado en su casa el pasado 28 de abril. El cuerpo fue hallado en la cama, cubierto de sangre, con signos evidentes de haber sido crucificado. Sheafe relató que construyó la corona con ramas recogidas en el bosque y justificó el ataque diciendo que el pastor “predicaba lo opuesto a lo que Dios dijo”.
Durante una entrevista con True Crime Arizona, Sheafe aseguró que su objetivo era ejecutar a 14 pastores y sacerdotes en distintos puntos del país. Había elegido empezar en Arizona, su estado natal, y continuar en Las Vegas, Portland, Seattle, Billings, Detroit, Nueva York, Charlotte, Mobile, Beaumont y El Paso.
Antes del crimen, ya había intentado asesinar a un sacerdote tras una misa de Pascua, pero desistió al ver que dos mujeres ingresaban al lugar. “No me interesa ejecutar a nadie que no sea pastor o guía espiritual”, explicó.
Tras matar a Schonemann, viajó a Sedona con la intención de asesinar a dos sacerdotes católicos. Fue identificado como sospechoso de un robo y protagonizó una persecución policial antes de estrellar su vehículo, que resultaba haber sido robado.
Sheafe logró huir y permaneció prófugo varios días, hasta que fue capturado durante una batida por robos en la zona. Dentro del vehículo abandonado, la policía halló evidencias que lo vinculan directamente con el asesinato en New River.
Sheafe dijo que, de no haber sido arrestado, habría continuado su cruzada religiosa por todo Estados Unidos. “Es un mandamiento eliminar el mal de Israel”, sostuvo. Aseguró que actuaba bajo “la ley de Dios” y que no siente remordimiento.
“Quiero la pena de muerte para mostrar que no se puede matar al hijo de Dios”, afirmó. Incluso se mostró desafiante ante la posibilidad de que alguien intentara crucificarlo a él.
Consultado sobre si cree que Dios lo perdonará, Sheafe respondió con convicción: “Absolutamente. Dios es perdonador y amoroso”. Ante la objeción de la periodista sobre cómo justifica el asesinato de un hombre, replicó: “Lo que se enseña sobre Jesús y el perdón no es lo que Dios dijo”.
Actualmente, Sheafe está detenido en la Coconino County Jail y se espera su extradición a Maricopa County, donde será procesado por el asesinato de Pastor Bill. La fiscalía aún no ha confirmado los cargos formales, pero se prevé que enfrente pena capital por homicidio con agravantes y crímenes de odio.