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El senador blanco Sebastián Da Silva publicó una carta enviada a la Cámara Uruguaya de Inmobiliarias Rurales (CUIR), a propósito de la interpelación que la oposición realizará al ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Alfredo Fratti, por la compra de la estancia María Dolores por parte del Instituto Nacional de Colonización (INC).
“Para evitar cualquier tipo de trapisonda, intento de cancelación o chicana berreta previo o durante la interpelación a Fratti es que acabo de renunciar a la Comisión Fiscal de la CUIR”, informó en su cuenta de la red social X.
El dirigente nacionalista dijo que “nunca” estuvo “vinculado al objeto de la interpelación”. “La posibilidad de que se exponga innecesariamente a profesionales del rubro, me obligan a este paso. Quien nada debe, nada teme”, agregó.
En el documento que compartió, Da Silva renuncia a la presidencia de la Comisión Fiscal, y argumenta que “se ha pretendido exponer a la cámara con un tema que no es de su cometido, y por lo tanto, cabe separar la actuación como legislador a los intereses de esta institución”.
“Es bueno recordar que quien no tiene nada que ocultar, no tiene nada que temer, pero a los efectos de no exponer ni a la cámara ni a los asociados a temas de carácter político es que he tomado esta decisión”, concluye el texto.
A principios de junio, Marcos Presa, diputado del Movimiento de Participación Popular (MPP), acusó al senador blanco de tener “una conjunción de intereses” entre su trabajo privado y su rol como legislador.
El legislador frenteamplista cuestionó las declaraciones del dirigente del Espacio 40 en contra de la compra de la estancia María Dolores y criticó que su escritorio rural —Da Silva Agroinmuebles— sea socio de la CUIR y que él mismo integrara la comisión fiscal.
En ese momento, Da Silva respondió las acusaciones de Presa, a quien le sugirió “hacer la denuncia”, “pedirles a sus superiores que hagan un asunto político en el Senado” o “salir de ese lugar de perrote faldero que le asignaron”.
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