En los últimos días, los abogados que defienden a los damnificados por el caso de Portfolio Capital –el “fondo ganadero” fundado por el empresario Alejandro Berrutti– tuvieron días agotadores porque el pasado 19 de setiembre se venció el plazo para presentarse al concurso de acreedores.
La Justicia, desde el 21 de julio, decretó el concurso para las empresas Oro Rojo, Reina Vaca y Berrutti & Argenti, las compañías vinculadas a Portfolio Capital. En total se presentaron alrededor de 200 personas, quienes debieron argumentar por qué deberían ser considerados inversores y no damnificados.
Esto último es clave en el proceso concursal y para que quienes perdieron su dinero al depositarlo en cualquiera de las empresas de Portfolio puedan tener la esperanza de recuperar algo.
En el resto de los casos de los “fondos ganaderos” que han caído, los síndicos respectivos no tuvieron que tomar una determinación como esta. Sin embargo, en el caso de Berrutti sí, porque los damnificados firmaron contratos a través de los que compraron acciones de las empresas.
Esto hace que la ley permita que sean considerados como acreedores subordinados y serían los últimos, en caso de poder recuperar algo, en cobrar el dinero. La abogado Silvia Cuello dijo a Montevideo Portal que “lisa y llanamente” si no son catalogados como inversores, no “cobrarán nada”.
Cuello argumentó que, la diferencia con otras empresas del sector que cayeron, es que el activo de Berrutti es mucho menor al pasivo que es de unos US$ 15 millones. Por eso, en caso de que no sean prioritarios para recuperar el dinero, no podrán recuperar lo invertido, según la abogada.
Si bien los contratos firmados por los damnificados implicaba la compra de acciones, en esos documentos Berrutti se comprometía a comprar ganado y administrarlo con el fin de que el dinero invertido, dé ganancias.