«Dejen de amenazarnos»: La dura advertencia de Hungría a Zelenski

Hungría rechaza rotundamente las amenazas por parte de Kiev y considera los recientes ataques ucranianos contra la infraestructura del oleoducto Druzhba (‘Amistad’, en ruso) como un ataque directo a su soberanía, declaró el ministro de Asuntos Exteriores húngaro, Peter Szijjarto, en respuesta a las recientes declaraciones del líder del régimen de Kiev, Vladímir Zelenski.

El jefe de la diplomacia húngara vinculó directamente las declaraciones de Zelenski con los recientes ataques al oleoducto, que abastece al país de petróleo ruso, y afirmó que representan una violación a la soberanía húngara.

«Una guerra con la que Hungría no tiene nada que ver nunca puede justificar la violación de nuestra soberanía»

«Zelenski aprovechó la fiesta nacional de Ucrania para amenazar a Hungría. Rechazamos firmemente la intimidación del presidente ucraniano», escribió Szijjarto en X. «Consideramos la soberanía y la integridad territorial como valores fundamentales de la política internacional. Por eso respetamos la soberanía y la integridad territorial de todos los países y esperamos lo mismo a cambio», añadió. 

«En los últimos días, Ucrania ha llevado a cabo graves ataques contra nuestro suministro energético. Un ataque a la seguridad energética es un ataque a la soberanía«, afirmó, instando a Kiev a que «deje de amenazar a Hungría y ponga fin a los ataques imprudentes contra nuestra seguridad energética».

Ucrania tensa al máximo las relaciones con Hungría

El ministro de Exteriores húngaro calificó este lunes de «indignante e inaceptable» el ataque del régimen de Kiev contra el oleoducto Druzhba, crucial para el suministro de combustible de Hungría, ocurrido mientras se intensifican los esfuerzos diplomáticos para resolver el conflicto ucraniano. Szijjarto advirtió a las autoridades ucranianas que «la electricidad proveniente de Hungría es vital para el funcionamiento de su país», en una clara alusión a la dependencia energética mutua entre ambas naciones.

Sin embargo, Ucrania volvió a atacar el oleoducto Druzhba la noche del jueves al viernes, lo que detuvo por segunda vez en una semana el suministro de crudo desde Rusia a Hungría y Eslovaquia. Szijjarto denunció que la acción representa «un nuevo ataque contra la seguridad energética del país» y un nuevo intento de arrastrar a Hungría al conflicto ucraniano.

Por su parte, el líder del régimen de Kiev, Vladímir Zelenski, se burló este domingo de los ataques contra el oleoducto. «Siempre hemos apoyado la amistad entre Ucrania y Hungría, y ahora la existencia de esta amistad depende de Hungría», declaró, haciendo un juego de palabras con el nombre del oleoducto, que significa ‘amistad’ en ruso.