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Juan Martín del Potro volverá a
jugar al tenis este domingo, cuando enfrente a Novak Djokovic en el Parque Roca.
Será una despedida del público argentino luego de casi tres años de
inactividad. Compitió por última vez en febrero de 2022, cuando las lesiones lo
obligaron a retirarse y comenzar a transitar “un sufrimiento a diario”, según
relató.
A pocos días de su exhibición ante
el tenista más ganador de la historia, el tandilense de 36 años publicó un estremecedor
video en sus redes sociales, mediante el cual contó su padecimiento. “No podía
más del dolor”, expresó, y recordó que tras el retiro se sometió a su quinta
operación con el objetivo de volver a jugar. No obstante, no pudo.
“Entre cirugía y cirugía probaba
tratamientos. Debo tener más de 100 inyecciones en las piernas, cadera y
espalda. Me infiltraron, me sacaron, me analizaron, me bloquearon nervios y me
quemaron tendones. Es un sufrimiento que tengo a diario”, lamentó, y aseguró
que tras su primera cirugía, en 2019, no pudo “nunca más subir una escalera sin
dolor”.
Sufre hasta cuando duerme y vive “una
pesadilla sin final”. “Sigo insistiendo a diario buscando alternativas y
todavía no las encuentro”, dijo, ya decepcionado con todo lo que probó y no le
resultó para esa rodilla derecha.
“Mi vida cotidiana no es la que
deseo. Yo era un tipo muy activo, al que le gustaba hacer deporte, no solo
jugar al tenis. De repente me invitan a jugar al fútbol y soy el que se sienta a
tomar mate afuera, o el que hace los videitos cuando juegan al pádel. Para mí
es terrible. En lo deportivo me quitaron la ilusión de hacer lo que siempre me
gustó, que era jugar al tenis”, dijo. “Padezco el día a día”, sostuvo.
“Es muy difícil tener que caretear
todo 24 horas. Es muy complicado y a veces no tengo más ganas. No soy indestructible.
Soy como cualquier persona que tiene cosas buenas y malas. Tengo ese plus de
que muchas veces tengo que poner buena cara en determinadas situaciones, y a
veces tengo mala energía. Lo de la pierna me consume anímicamente”, reconoció
Del Potro, quien se siente “atrapado en un cuerpo que no responde”.
“Me operé ocho veces con médicos
de todo el mundo, gastando fortunas. En cada momento que me ponían la anestesia
sentía que salía bien operado y que no me iba a doler más, pero a los dos o
tres meses llamaba de nuevo al médico para decirle que no había funcionado y
que estaba igual que siempre”, comentó.
“No sé por qué estoy metido en
esto y no lo soporto más”, manifestó, y habló de la posibilidad de utilizar una
prótesis, aunque algunos médicos le recomiendan no hacerlo porque es “muy joven
para una prótesis”. “Ojalá algún día se acabe esto porque quiero vivir sin
dolor”, concluyó.
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