
El dólar estadounidense cotizó al cierre a 3,77 soles en promedio, lo que implicó un cambio del 0,34% frente a la cifra de la jornada anterior de 3,78 soles en promedio.
En la última semana, el dólar estadounidense anota un descenso del 0,25%; pero en el último año todavía mantiene un incremento del 0,08%.
Analizando este dato con el de fechas pasadas, sumó dos jornadas sucesivas en números rojos. La volatilidad referente a la última semana es manifiestamente superior a los números conseguidos para el último año (18,1%), lo que indica que presenta mayores cambios que la tendencia general del valor.
El sol es la moneda de curso legal en Perú desde 1991 y reemplazó al inti, que circuló entre 1985 y 1991, en un principio también fue llamada como “nuevo sol” para diferenciarla de su antecesora, pero para el año 2015 se le llama solamente sol.
El origen del nuevo sol se entiende tras la crisis mundial de 1929, que llevó a una profunda crisis económica y cambiaria al país, así como a la creación del Banco Central de Reserva del Perú. Fue durante el primer año del gobierno de Alberto Fujimori que se impulsó el nuevo sol para equilibrar la hiperinflación y reordenar la economía.
Tras entrar en vigor, un sol equivalía a un millón de intis o a mil millones de «viejos» soles; actualmente la moneda está dividida en 100 céntimos y su emisión está regulada por el Banco Central de Reserva del Perú.
En la actualidad circulan monedas de 10, 20, 50 céntimos, 1, 2 y 5 soles y billetes de 10, 20, 50, 100 y 200 soles. Antes también se acuñaron monedas de 1 céntimo, pero estas fueron retiradas de circulación en mayo de 2011, en tanto que en enero de 2019 salieron de circulación las monedas de 5 céntimos.
Por otro lado, la paridad cambiaria con respecto al dólar y el euro es fijada a diario por el organismo a cargo. Cabe precisar que desde el año 2014 la moneda peruana está en depreciación.
El 2022 terminó de forma agitada para la economía peruana y entre las principales preocupaciones o retos que hay para el 2023 está la alta inflación, la baja inversión privada y el continuo incremento de la tasa de interés.
Aunque el año pasado se reiniciaron todas las actividades económicas que se habían visto afectadas por la pandemia de coronavirus, la recuperación ha mostrado un lento avance debido a la crisis que aún se vive en los hogares peruanos.
Además, en su último informe el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) dio a conocer que la pobreza se incrementó en los últimos tres años y probablemente ésta no se pueda reducir para este año debido al impacto de una mayor inflación.
Con una crisis política de por medio, el 2023 pinta para ser un año retador en el tema económico, sin embargo, la última estimación de la Comisión Económica para América Latina (Cepal) Perú podría crecer hasta 2,2 por ciento.
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