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Una situación insólita se dio esta
semana con dos futbolistas que cambiaron de club sobre el cierre del período de
pases y se despidieron de sus equipos con mensajes que, pretendiendo ser
emotivos, demostraron ser fruto de la inteligencia artificial.
Fábio Silva, delantero de
23 años que se marchó de Wolverhampton Wanderers para seguir su carrera
en Borussia Dortmund, publicó una carta en su cuenta de Instagram la
semana pasada, manifestando que en ese equipo descubrió “el verdadero
significado de la familia”.
Agradeció a los entrenadores que
lo guiaron y a los compañeros que estuvieron a su lado, además del “personal
del club que trabajó incansablemente”. “Ahora es momento de un nuevo capítulo,
pero no olvidaré dónde estuve. Siempre seré hincha más de este club. Gracias Wolves,
desde lo profundo de mi corazón”, escribió.
Cuatro días después, el nigeriano Christantus
Uche, volante de 22 años que pasó del Getafe a Crystal Palace,
publicó una carta idéntica en su estructura. Las únicas diferencias son el club
al que nombra.
Los futbolistas en cuestión no
tienen ningún vínculo. Nunca fueron compañeros ni comparten agencia de
representación, por lo que se especula con una plantilla de mensajes generados
por una inteligencia artificial que los dejó a los dos en evidencia.
LA CARTA DE FÁBIO SILVA Y UCHE
Cuando llegué al Getafe, estaba
lleno de ambición, sueños y deseos de dejar huella. Sé que no cumplí con las
expectativas.
Pero el fútbol y la vida son
más que números o momentos en el campo. Durante mi tiempo aquí, crecí, aprendí
y, sobre todo, descubrí el verdadero significado de la familia. Eso es lo que
me dio el Wolverhampton. Desde el primer día, la gente de este club se aseguró
de que nunca me faltara apoyo. Crearon las condiciones para que triunfara, me
sintiera seguro, como en casa, y por eso siempre estaré agradecido.
A todos los entrenadores que me
guiaron, a los compañeros que me apoyaron y a todo el personal que trabajó
incansablemente entre bastidores: gracias. Su amabilidad, su profesionalidad y
su fe en mí nunca las olvidaré.
Aquí forjé amistades que me
acompañarán toda la vida. La vida me enseñó a no rendirme nunca, a luchar el
doble cuando las cosas no salen como las esperaba. Siempre intenté ser fiel a
eso, a seguir buscando mi felicidad y bienestar, incluso cuando el camino se
puso difícil. Me voy con una sensación agridulce, pero también con orgullo,
sabiendo que lo di todo y nunca dejé de intentarlo.
Ahora es el momento de empezar
un nuevo capítulo, pero no olvidaré dónde estuve. Siempre seré un hincha más de
este club. Gracias @Wolves. De corazón
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