EE.UU. retira el estatus de protección a haitianos: ¿es realmente seguro volver a su país?
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El Gobierno de Donald Trump anunció el fin del Estatus de Protección Temporal para los ciudadanos de Haití a partir de agosto.
El Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. (DHS) informó este viernes la terminación del Estatus de Protección Temporal (TPS) para Haití, una medida que afectará a más de 521.000 haitianos que viven en el país bajo esa figura legal, informó la agencia EFE.
La protección —vigente desde 2010 tras el devastador terremoto y ampliada por el Gobierno de Joe Biden hasta 2026— será retirada a partir del 3 de agosto de 2025, según confirmó el DHS en un comunicado.
El TPS permite a personas de países afectados por desastres naturales o conflictos armados vivir y trabajar legalmente en EE.UU. de forma temporal. En este caso, el Gobierno estadounidense considera que las condiciones extraordinarias que justificaban el beneficio han cambiado, y que ahora Haití estaría en condiciones de recibir a sus ciudadanos deportados o repatriados.
La decisión, explicó el DHS, se tomó tras una revisión de las condiciones actuales en Haití realizada por el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EE.UU. y en consulta con el Departamento de Estado. Según el comunicado, «la situación ambiental en Haití ha mejorado lo suficiente como para que sea seguro que sus ciudadanos regresen».
El DHS alentó a los beneficiarios del TPS a buscar otras vías legales de regularización si son elegibles o a gestionar su regreso a Haití mediante la aplicación oficial CBP Home, de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza estadounidense. «Esta decisión restaura la integridad del sistema migratorio y garantiza que el TPS sea verdaderamente temporal», afirmó un portavoz del DHS.
Sin embargo, el país caribeño atraviesa una de sus peores crisis políticas y humanitarias en décadas, con presencia de bandas armadas en el control de vastos territorios, un sistema de salud colapsado, altos niveles de violencia y un débil aparato estatal.
Según datos de las Naciones Unidas, la violencia de las pandillas ha obligado al desplazamiento de un récord de 1,3 millones de haitianos, y entre enero y mayo en el país fueron asesinadas al menos 2.680 personas, entre ellas 54 niños.
La decisión del Gobierno de Donald Trump va en línea con su determinación de endurecer las políticas migratorias. Haití, mientras tanto, sigue atrapado en una espiral de violencia y abandono institucional que deja abierta una pregunta crucial: ¿es realmente seguro volver?
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